por Clara Chauvin
La cineasta Celina Murga pasó por Concepción del Uruguay
La directora paranaense, Celina Murga, visitó La Histórica para la realización del casting en la que buscó hombres, entre 13 y 17 años, para que sean protagonistas de su próxima película La tercera orilla, que será rodada en Entre Ríos.
03.07.2011 | 19:21
En una entrevista con el programa Inconsciente Colectivo –radio Animal, 100.7 FM-, Murga habló de su nuevo proyecto, cuyo guión fue escrito por la misma realizadora en colaboración con Gabriel Medina, también cineasta.
“La película trata la historia de un padre y un hijo y está contada desde el punto de vista del chico, que es un adolescente de 16 años quien en ese momento de su vida decide dejar de lado lo que su padre tiene proyectado para él y tomar su propio camino” contó Murga. El film nuevamente tiene como eje temático el crecimiento y el aprendizaje como en su película anterior, Una semana solos.
Respecto de esos puntos, adolescencia y aprendizaje, dijo: “Me atrae la niñez y la adolescencia porque me parece que es un momento en donde todo se vive muy intensamente y es interesante ver el mundo de los adultos a través de la mirada de un chico.
La directora estuvo recorriendo distintos lugares de la ciudad que podrían ser locaciones para la filmación. “Todavía no estamos del todo seguro si se va a filmar en Concepción, lo que sí es seguro es que va a ser en Entre Ríos”, afirmó. El rodaje podría comenzar a finales del 2011 o comienzo del 2012.
Con su film anterior, Una semana solos, Murga obtuvo un gran reconocimiento, ganando premios en distintos festivales internacionales y hasta una beca de la Fundación Rolex que le permitió ser discípula de Martin Scorsese, hecho que catalogó como “una experiencia increíble”. La beca comenzó a finales del 2008 y duró un año. No obstante, agregó: “La relación fue tan buena que una parte del 2010 nos seguimos viendo y seguimos en contacto. Él de alguna manera forma parte de este proyecto ya que lo vio nacer porque el guión de La tercera orilla lo escribí durante ese tiempo que duró la beca”.
Su vocación por el cine fue algo que tuvo desde muy temprana edad. “Lo que me fascinaba del cine en ese momento era la capacidad de crear ficciones y de meterse en mundos diferentes. Hay películas que me marcaron mucho en mi infancia y adolescencia y que tiene que ver con mi generación como ET y Cuenta conmigo. Una vez que fui estudiante de cine empecé a tener una mirada más amplia y descubrí otros directores y otras maneras de hacer cine y ahí me vi más influenciada por realizadores europeos”.
Murga se capacitó en la Universidad del Cine, de Buenos Aires, y una vez recibida arrancó su carrera profesional trabajando en publicidad. Luego fue asistente de dirección en varias películas y filmó algunos cortometrajes, hasta que en el año 2001 comenzó a rodar su primera película Ana y los otros.
Su reconocimiento internacional denota lo que le sucede a muchos directores argentinos: las películas nacionales tiene más llegada en el resto del mundo que dentro del propio país. “Yo creo que no tiene que ver con que no haya público en la Argentina para esas películas sino que con un problema grande que hay acerca de la exhibición del cine, ya que no hay salas para verlas. En Capital Federal hay alrededor de 1000 salas y 350 fueron ocupadas para Piratas del Caribe, al haber una presencia tan aplastante del cine norteamericano no queda lugar para nada más”. (Redacción de Babel)
(*) Clara Chauvin
“La película trata la historia de un padre y un hijo y está contada desde el punto de vista del chico, que es un adolescente de 16 años quien en ese momento de su vida decide dejar de lado lo que su padre tiene proyectado para él y tomar su propio camino” contó Murga. El film nuevamente tiene como eje temático el crecimiento y el aprendizaje como en su película anterior, Una semana solos.
Respecto de esos puntos, adolescencia y aprendizaje, dijo: “Me atrae la niñez y la adolescencia porque me parece que es un momento en donde todo se vive muy intensamente y es interesante ver el mundo de los adultos a través de la mirada de un chico.
La directora estuvo recorriendo distintos lugares de la ciudad que podrían ser locaciones para la filmación. “Todavía no estamos del todo seguro si se va a filmar en Concepción, lo que sí es seguro es que va a ser en Entre Ríos”, afirmó. El rodaje podría comenzar a finales del 2011 o comienzo del 2012.
Con su film anterior, Una semana solos, Murga obtuvo un gran reconocimiento, ganando premios en distintos festivales internacionales y hasta una beca de la Fundación Rolex que le permitió ser discípula de Martin Scorsese, hecho que catalogó como “una experiencia increíble”. La beca comenzó a finales del 2008 y duró un año. No obstante, agregó: “La relación fue tan buena que una parte del 2010 nos seguimos viendo y seguimos en contacto. Él de alguna manera forma parte de este proyecto ya que lo vio nacer porque el guión de La tercera orilla lo escribí durante ese tiempo que duró la beca”.
Su vocación por el cine fue algo que tuvo desde muy temprana edad. “Lo que me fascinaba del cine en ese momento era la capacidad de crear ficciones y de meterse en mundos diferentes. Hay películas que me marcaron mucho en mi infancia y adolescencia y que tiene que ver con mi generación como ET y Cuenta conmigo. Una vez que fui estudiante de cine empecé a tener una mirada más amplia y descubrí otros directores y otras maneras de hacer cine y ahí me vi más influenciada por realizadores europeos”.
Murga se capacitó en la Universidad del Cine, de Buenos Aires, y una vez recibida arrancó su carrera profesional trabajando en publicidad. Luego fue asistente de dirección en varias películas y filmó algunos cortometrajes, hasta que en el año 2001 comenzó a rodar su primera película Ana y los otros.
Su reconocimiento internacional denota lo que le sucede a muchos directores argentinos: las películas nacionales tiene más llegada en el resto del mundo que dentro del propio país. “Yo creo que no tiene que ver con que no haya público en la Argentina para esas películas sino que con un problema grande que hay acerca de la exhibición del cine, ya que no hay salas para verlas. En Capital Federal hay alrededor de 1000 salas y 350 fueron ocupadas para Piratas del Caribe, al haber una presencia tan aplastante del cine norteamericano no queda lugar para nada más”. (Redacción de Babel)
(*) Clara Chauvin