POR TATY MAZZARELLO
"Sistema penal"
El contexto apremia a que reflexionemos sobre nuestro ineficiente sistema penal.
17.04.2017 | 19:04
Comprender la pena como aquella herramienta con la finalidad de reinsertar a los delincuentes en la sociedad no es un error. En nuestro país, el sistema penal está orientado a resocializar y reinsertar socialmente al individuo recluido; sin embargo, el sistema penitenciario no está capacitado para semejante empresa.
¿Cómo saber si un sistema penitenciario es eficiente? Para contestar esta pregunta es fundamental remitirnos al porcentaje de reincidencia; esa cifra nos permite medir la efectividad del sistema penal a la hora de reinsertar al individuo en la sociedad cuando se lo crea oportuno. No se necesita ahondar en textos profundos para analizar las cárceles convencionales y dilucidar que no cumplen el roll real de resocializar. El roll que cumple una cárcel convencional es el de la construcción y o el perfeccionamiento de delincuentes.
En estas últimas jornadas, una porción de la sociedad cree con vehemencia que la solución al crimen consiste en aseverar las penas. Esta idea es errónea; si se observa a los Estados Unidos –país que mantiene de manera parcial la pena de muerte y en su totalidad la reclusión perpetua- podremos apreciar que el 76% de las personas salidas de la cárcel reincide en un promedio de 5 años. Ante esta experiencia podemos descartar la idea de que aseverar las penas es la solución al fenómeno del delito.
Remitiéndome a la reflexión sostengo que el sistema penal ideal es aquel que promueve la verdadera resocialización y reinserción del recluso, mediante un sistema penitenciario eficiente, abocado a la rehabilitación del mismo.
Mas es obvio que no existe la posibilidad de rehabilitar a todos los individuos que comentan delitos; por ello, el sistema debe estar preparado para tales ocasiones a fin de prevenirlas y de mantener alejadas de la sociedad a aquellas personas que representen un peligro para la misma –neutralización-.
En síntesis, el sistema penal que avalaría mi reflexión es aquel que mantenga un óptimo equilibro entre reinserción y neutralización de los individuos recluidos.
¿Cómo saber si un sistema penitenciario es eficiente? Para contestar esta pregunta es fundamental remitirnos al porcentaje de reincidencia; esa cifra nos permite medir la efectividad del sistema penal a la hora de reinsertar al individuo en la sociedad cuando se lo crea oportuno. No se necesita ahondar en textos profundos para analizar las cárceles convencionales y dilucidar que no cumplen el roll real de resocializar. El roll que cumple una cárcel convencional es el de la construcción y o el perfeccionamiento de delincuentes.
En estas últimas jornadas, una porción de la sociedad cree con vehemencia que la solución al crimen consiste en aseverar las penas. Esta idea es errónea; si se observa a los Estados Unidos –país que mantiene de manera parcial la pena de muerte y en su totalidad la reclusión perpetua- podremos apreciar que el 76% de las personas salidas de la cárcel reincide en un promedio de 5 años. Ante esta experiencia podemos descartar la idea de que aseverar las penas es la solución al fenómeno del delito.
Remitiéndome a la reflexión sostengo que el sistema penal ideal es aquel que promueve la verdadera resocialización y reinserción del recluso, mediante un sistema penitenciario eficiente, abocado a la rehabilitación del mismo.
Mas es obvio que no existe la posibilidad de rehabilitar a todos los individuos que comentan delitos; por ello, el sistema debe estar preparado para tales ocasiones a fin de prevenirlas y de mantener alejadas de la sociedad a aquellas personas que representen un peligro para la misma –neutralización-.
En síntesis, el sistema penal que avalaría mi reflexión es aquel que mantenga un óptimo equilibro entre reinserción y neutralización de los individuos recluidos.
- EL AUTOR ES ESTUDIANTE DE 2º AÑO DE ABOGACÍA
