POR GRACIELA "CHELA" CASTRO
"Renunciar en defensa de los derechos ciudadanos"
En el 2005 tomé la decisión de participar en un nuevo espacio político que prometía ser distinto a los tradicionales, con la declaración de principios en la mano decidí afiliarme al PRO entendiendo que era una oportunidad para motorizar el cambio social por el que tanto veníamos luchando en la democracia.
03.10.2017 | 09:45
Bastaron doce años desde ese acto para comprobar que el PRO no tiene ninguna intención de ser un partido político como manda nuestra Constitución Nacional, cuyo reconocimiento espara garantizar la participación de las minorías. Lejos de entenderse en este marco, he comprobado, con idas y venidas, con máxima tolerancia y con profundo esfuerzo interpretativo, que tiene como principal objetivo el poder centralizado en Bs. As. y desde donde se deben tomar todas las decisiones que, al mismo tiempo, deben ser incuestionables. Un partido donde no se discuten conceptos democráticos y republicanos esenciales como: derechos humanos, participación, identidad, federalismo no es un partido para el fortalecimiento de la democracia.
No obstante ello, hemos tratado de construir desde esa insalvable diferencia: en los inicios hemos puesto nuestros nombres para conformar la base necesaria para que legalmente sea considerado partido político, luego, ante la escasa participación, hemos puesto nuestros nombres para completar listas electorales, armamos listas donde nunca se había presentado el PRO, sin afiliados conseguimos poner dos Concejales y en las recientes PASO, he participado como pre candidata en la lista 502 A de Cambiemos.
Ante la degradación de los partidos tradicionales y ante el reconocimiento conseguido en Capital Federal, fue construyendo poder centrado en la obediencia debida para lo que decidieron intervenir el partido y la participación ciudadana se redujo a un pequeño grupo que, de espaldas a los afiliados, aceptó esa condición.
Esta conducta política se vio reforzada con la llegada del PRO al gobierno nacional y fueron creciendo en sus pretensiones, como tener que dar las elecciones internas por orden judicial, desencadenando esto las más oscuras prácticas políticas, utilizando las peores estrategias de amenazas y extorsión, con el fin de quedarse con la dirección del partido a partir de un fraude fenomenal.
Estas conductas terminan de consolidarse con el armado de la estrategia electoral 2017, donde tampoco estaban dispuestos a aceptar el debate interno, por lo que haber generado la interna en Cambiemos, sirvió para amenazar, desprestigiar y hasta utilizar los recursos del estado como a sus referentes para apoyar solamente la línea que ellos habían armado.
Todo lo dicho hasta ahora, se confirma con el desconocimiento del mandato de las urnas hacia una de las listas, que no fue convocada para incorporar esa voz en la oferta electoral de octubre, lo que hace imposible que engañemos a nuestro electores diciéndole que la propuesta de Cambiemos es la mejor.
Por tal razón, decido alejarme renunciando a mi afiliación primaria al PRO asegurando a nuestros votantes que buscaremos o generaremos un espacio donde todas las voces sean escuchadas.
Pido disculpas a quienes, con su participación pasiva, convencí de que esta era la mejor opción, hoy debo decirles, que desde mi participación activa, he comprobado que no es así y que no hay razón para permanecer en un espacio con tan poca vocación democrática
Mi eterno agradecimiento a los ciudadanos en general por haber entendido nuestro mensaje y que han contribuido con ello a sembrar la semilla de la esperanza del cambio en serio y seguiremos trabajando juntos para que ello sea una realidad.
Por el bien de nuestra Argentina, esperamos que voten a conciencia y no tengamos que esperar 12 años más para darnos cuenta quienes deben representarnos en uno nuestros principales derechos humanos como es la participación democrática.
No obstante ello, hemos tratado de construir desde esa insalvable diferencia: en los inicios hemos puesto nuestros nombres para conformar la base necesaria para que legalmente sea considerado partido político, luego, ante la escasa participación, hemos puesto nuestros nombres para completar listas electorales, armamos listas donde nunca se había presentado el PRO, sin afiliados conseguimos poner dos Concejales y en las recientes PASO, he participado como pre candidata en la lista 502 A de Cambiemos.
Ante la degradación de los partidos tradicionales y ante el reconocimiento conseguido en Capital Federal, fue construyendo poder centrado en la obediencia debida para lo que decidieron intervenir el partido y la participación ciudadana se redujo a un pequeño grupo que, de espaldas a los afiliados, aceptó esa condición.
Esta conducta política se vio reforzada con la llegada del PRO al gobierno nacional y fueron creciendo en sus pretensiones, como tener que dar las elecciones internas por orden judicial, desencadenando esto las más oscuras prácticas políticas, utilizando las peores estrategias de amenazas y extorsión, con el fin de quedarse con la dirección del partido a partir de un fraude fenomenal.
Estas conductas terminan de consolidarse con el armado de la estrategia electoral 2017, donde tampoco estaban dispuestos a aceptar el debate interno, por lo que haber generado la interna en Cambiemos, sirvió para amenazar, desprestigiar y hasta utilizar los recursos del estado como a sus referentes para apoyar solamente la línea que ellos habían armado.
Todo lo dicho hasta ahora, se confirma con el desconocimiento del mandato de las urnas hacia una de las listas, que no fue convocada para incorporar esa voz en la oferta electoral de octubre, lo que hace imposible que engañemos a nuestro electores diciéndole que la propuesta de Cambiemos es la mejor.
Por tal razón, decido alejarme renunciando a mi afiliación primaria al PRO asegurando a nuestros votantes que buscaremos o generaremos un espacio donde todas las voces sean escuchadas.
Pido disculpas a quienes, con su participación pasiva, convencí de que esta era la mejor opción, hoy debo decirles, que desde mi participación activa, he comprobado que no es así y que no hay razón para permanecer en un espacio con tan poca vocación democrática
Mi eterno agradecimiento a los ciudadanos en general por haber entendido nuestro mensaje y que han contribuido con ello a sembrar la semilla de la esperanza del cambio en serio y seguiremos trabajando juntos para que ello sea una realidad.
Por el bien de nuestra Argentina, esperamos que voten a conciencia y no tengamos que esperar 12 años más para darnos cuenta quienes deben representarnos en uno nuestros principales derechos humanos como es la participación democrática.