“PARA SEGUIR REGALANDO UNA PLANTA A LA EMBARAZADA”
El derrotero de De Ángeli: defensa del trabajo infantil en el campo al rechazo del aborto
El senador por Cambiemos en abril del 2014 había apuntado como una crítica que "los niños en el campo no podían trabajar por una cuestión legal". En la actualidad rechazó legalizar el aborto. Habló de no "perder la posibilidad de regalarle una planta a una mujer embarazada".
09.08.2018 | 10:39
Alfredo De Ángeli asumió su banca en el 2013 y su mandato vencerá en diciembre de este año. No obstante, en los anaqueles de sus participaciones quedarán dos grandes títulos: su defensa del trabajo infantil en el campo y su rechazo al aborto “para no perder la posibilidad de regalar una planta a la mujer embarazada”.
En el marco de una reunión de la comisión de Trabajo del Senado de abril del 2014, a la que había concurrido el ministro del área de entonces, Carlos Tomada, De Ángeli hizo una defensa indirecta del trabajo infantil en los campos. “No pueden ser empleados por una cuestión legal para su adiestramiento en el manejo de la máquina agrícola”, comentaba el Senador.
Las críticas le llovieron entonces al empresario del agro desde Uatre y desde el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) del momento, Eduardo Buzzi, entre otros. “Es un disparate patético”, había disparado Buzzi.
Las argumentaciones de De Ángeli para sus posturas sumaron un nuevo capítulo este miércoles 8 cuando decidió explicar por qué votaba en contra del proyecto que legalizaba la interrupción voluntaria del embarazado en sus primeras semanas.
En primer lugar, afirmó que lo hacía porque las leyes y Constitución de la provincia hablaban de la “vida desde la concepción”.
Luego, agregó: “Los que venimos de una familia numerosa, como el caso mío de 10 hermanos, valoramos mucho el encuentro, valoramos mucho ese encuentro familiar. Lo vemos en el interior profundo, esas familias numerosas en que jamás se le pasó por la cabeza a la madre abortar un hijo”.
“Jamás se le hubiera pasado por la cabeza, como a tantas otras madres, practicar un aborto. Y no era porque eran religiosas, era por la dignidad de ser madre. Se sigue la tradición, en muchos de los casos, que cuando se entera que una mujer está embarazada se va con alegría, a felicitarla, se le regala una planta para que esa planta vaya creciendo y vea la imagen de su hijo”, comentó. Finalmente, remató: “Esas son las cosas que no podemos perder”. (Redacción de Babel)
En el marco de una reunión de la comisión de Trabajo del Senado de abril del 2014, a la que había concurrido el ministro del área de entonces, Carlos Tomada, De Ángeli hizo una defensa indirecta del trabajo infantil en los campos. “No pueden ser empleados por una cuestión legal para su adiestramiento en el manejo de la máquina agrícola”, comentaba el Senador.
Las críticas le llovieron entonces al empresario del agro desde Uatre y desde el titular de la Federación Agraria Argentina (FAA) del momento, Eduardo Buzzi, entre otros. “Es un disparate patético”, había disparado Buzzi.
Las argumentaciones de De Ángeli para sus posturas sumaron un nuevo capítulo este miércoles 8 cuando decidió explicar por qué votaba en contra del proyecto que legalizaba la interrupción voluntaria del embarazado en sus primeras semanas.
En primer lugar, afirmó que lo hacía porque las leyes y Constitución de la provincia hablaban de la “vida desde la concepción”.
Luego, agregó: “Los que venimos de una familia numerosa, como el caso mío de 10 hermanos, valoramos mucho el encuentro, valoramos mucho ese encuentro familiar. Lo vemos en el interior profundo, esas familias numerosas en que jamás se le pasó por la cabeza a la madre abortar un hijo”.
“Jamás se le hubiera pasado por la cabeza, como a tantas otras madres, practicar un aborto. Y no era porque eran religiosas, era por la dignidad de ser madre. Se sigue la tradición, en muchos de los casos, que cuando se entera que una mujer está embarazada se va con alegría, a felicitarla, se le regala una planta para que esa planta vaya creciendo y vea la imagen de su hijo”, comentó. Finalmente, remató: “Esas son las cosas que no podemos perder”. (Redacción de Babel)