Por Agustin Bordagaray
"SE OFICIALIZO EL DESPIDO DE CAMBIEMOS DE LA ECONOMÍA REAL"
Mediante una foto que seguramente será utilizada en los libros de economía y de política, en los capítulos que traten la entrega de la soberanía económica de los países, la presidente del F.M.I., con la bandera Argentina detrás y el ministro de economía escuchando atentamente, anunció el nuevo plan económico para nuestra república.
30.09.2018 | 10:13
Y, básicamente, marcó el retiro del gobierno nacional de la economía real.
En un mensaje dirigido exclusivamente a “los mercados” se anuncian medidas todas destinadas a generar un superávit financiero que permita cumplir con los compromisos de la deuda que este mismo gobierno generó.
Como contrapartida, el gobierno argentino se comprometió a:
- Acelerar las medidas destinadas a alcanzar el déficit cero. Esto implica mayores recortes en asistencia social, en inversiones públicas y en transferencias a las provincias de recursos, dejando a ellas y sus municipios con los problemas sociales y sin los recursos para atenderlos. Además, una mayor carga tributaria a los sectores medios.
- Estableciendo una banda de flotación de la cotización del dólar que por ser tan amplia implica en la práctica la no intervención del gobierno, maquillada, como es la propaganda gubernamental.
- También libertad para establecer las tasas de interés, que seguramente implicará una fuerte suba. Recordemos que las actuales tasas ya son astronómicas, imposibles para prever cualquier inversión y usurarias para quienes deban acudir al mercado financiero por ayuda crediticia.
- Dejar de fijar la meta de inflación, o sea que los precios suban libremente. Si bien es cierto que las metas que estableció el gobierno siempre fueron superadas, la importancia de esta medida es que al no establecer esas metas, el gobierno informa que ya no será su problema la suba de los precios, no tomará medidas para acotarlos, salvo las monetarias; en otras palabras, los consumidores quedan a la buena de Dios y en manos de los formadores de precios.
- Congelamiento de la base monetaria; o sea que el gobierno no acompañará más la suba de los precios con emisión de plata. La pregunta es ¿cómo harán los sectores que cobran en pesos –estos son los trabajadores, las pymes industriales y comerciales, los pequeños productores- para conseguir esos pesos que les saca la inflación y la devaluación, si, además, como expliqué antes, las tasas seguirán los designios del mercado?. La respuesta es clara, no habrá circulantes, o sea pesos en los bolsillos de la gente.
- Los bonos (Lebac) podrán ser operados solo a través de los bancos. Es una forma más de retirar plata de la calle y dársela a los bancos.
Todas estas medidas tienen solo dos fines, el más importante para los organismos internaciones, es asegurarse la devolución de lo que prestan y para la política doméstica, intentar frenar la inflación, pero eligieron la peor manera, que es dejar a la gente sin plata y por lo tanto que los precios no suban porque no hay a quien venderles. Pero será vendida como un logro de Cambiemos.
En definitiva, el gobierno anunció que ya no acompañará más a la economía real, solo dedicará sus esfuerzos a calmar el ánimo de sus socios financieros.
El resto, o sea la gente, las empresas, los gobiernos locales, deberán arreglarse con lo que consigan, en una torta que se achicará y con problemas sociales cada vez más grandes.
En un mensaje dirigido exclusivamente a “los mercados” se anuncian medidas todas destinadas a generar un superávit financiero que permita cumplir con los compromisos de la deuda que este mismo gobierno generó.
Como contrapartida, el gobierno argentino se comprometió a:
- Acelerar las medidas destinadas a alcanzar el déficit cero. Esto implica mayores recortes en asistencia social, en inversiones públicas y en transferencias a las provincias de recursos, dejando a ellas y sus municipios con los problemas sociales y sin los recursos para atenderlos. Además, una mayor carga tributaria a los sectores medios.
- Estableciendo una banda de flotación de la cotización del dólar que por ser tan amplia implica en la práctica la no intervención del gobierno, maquillada, como es la propaganda gubernamental.
- También libertad para establecer las tasas de interés, que seguramente implicará una fuerte suba. Recordemos que las actuales tasas ya son astronómicas, imposibles para prever cualquier inversión y usurarias para quienes deban acudir al mercado financiero por ayuda crediticia.
- Dejar de fijar la meta de inflación, o sea que los precios suban libremente. Si bien es cierto que las metas que estableció el gobierno siempre fueron superadas, la importancia de esta medida es que al no establecer esas metas, el gobierno informa que ya no será su problema la suba de los precios, no tomará medidas para acotarlos, salvo las monetarias; en otras palabras, los consumidores quedan a la buena de Dios y en manos de los formadores de precios.
- Congelamiento de la base monetaria; o sea que el gobierno no acompañará más la suba de los precios con emisión de plata. La pregunta es ¿cómo harán los sectores que cobran en pesos –estos son los trabajadores, las pymes industriales y comerciales, los pequeños productores- para conseguir esos pesos que les saca la inflación y la devaluación, si, además, como expliqué antes, las tasas seguirán los designios del mercado?. La respuesta es clara, no habrá circulantes, o sea pesos en los bolsillos de la gente.
- Los bonos (Lebac) podrán ser operados solo a través de los bancos. Es una forma más de retirar plata de la calle y dársela a los bancos.
Todas estas medidas tienen solo dos fines, el más importante para los organismos internaciones, es asegurarse la devolución de lo que prestan y para la política doméstica, intentar frenar la inflación, pero eligieron la peor manera, que es dejar a la gente sin plata y por lo tanto que los precios no suban porque no hay a quien venderles. Pero será vendida como un logro de Cambiemos.
En definitiva, el gobierno anunció que ya no acompañará más a la economía real, solo dedicará sus esfuerzos a calmar el ánimo de sus socios financieros.
El resto, o sea la gente, las empresas, los gobiernos locales, deberán arreglarse con lo que consigan, en una torta que se achicará y con problemas sociales cada vez más grandes.
- EL AUTOR ES CONTADOR Y DIRIGENTE PERONISTA.
