Proyecto Sur
Argumedo pasó por Entre Ríos buscando llegar al 1,5 por ciento de los votos
La precandidata a Presidenta por Proyecto Sur, Alcira Argumedo, recorrió Paraná en donde afirmó que la re industrialización de Argentina pasa por la aeronáutica o la recuperación de los ferrocarriles, caballo de batalla de los Solanistas. La campaña está centrada en que sus postulantes a diputados nacionales consigan el 1,5 por ciento de los votos emitidos sin los cuales no podrán presentarse en octubre.
08.08.2011 | 09:28
Acompañada por militantes y candidatos locales de Proyecto Sur, Argumedo realizó una caminata por la costanera de Paraná que terminó en un acto en la zona del puerto. “Me llevo una sensación de simpatía, por lo menos no percibí agresividad o rechazo, creo que hay un cierto conocimiento de Proyecto Sur acá en Entre Ríos, que es proporcional al limitado aparato que podemos tener con poco más de tres años de vida”, evaluó, unos minutos después de haber concluido la actividad de campaña.
Con muy bajo nivel de conocimiento fuera del ambiente intelectual, según publicó El Diario, la socióloga ofrece un argumento razonable para pedir el voto: conseguir el 14 de agosto el 1,5 por ciento de los votos que la ley exige para participar de las elecciones del 23 de octubre y, con ello, no quitar del debate electoral la agenda de temas que sólo Proyecto Sur plantea.
Sin Fernando Pino Solanas en la lista y caída la posibilidad de acordar con el socialismo de Hermes Binner, Proyecto Sur afronta en las próximas elecciones una prueba. “Nosotros nacimos en la provincia a la sombra de Pino. Para nosotros este es un desafío nuevo que es ver quiénes somos en Entre Ríos, poniendo nombres que son de la provincia”, explicó Darío Olivera, candidato a gobernador, al recordar que es la primera vez que Proyecto Sur compite en Entre Ríos.
“Sabemos que es una pelea muy desigual en términos de recursos, pero para nada pensamos que nuestra historia termina ni el 14 de agosto ni el 23 de octubre”, agregó Argumedo, para señalar que el objetivo de esta instancia es “ir sentando las bases de este proyecto nacional, tener presencia en el debate político, porque estamos sentando líneas que no están presentes en las otras fuerzas políticas”.
-¿Qué se vota cuando se vota Proyecto Sur?
-Una propuesta que tiene en cuenta un riguroso diagnóstico de la situación internacional, que habla de un profundo cambio de época histórica. Señalamos la magnitud del cambio que significa la declinación acelerada de Estados Unidos y la Unión Europea, que fueron los polos del occidente central y predominaron en el mundo desde que Colón llegó a América.
Y el surgimiento de nuevas potencias emergentes, principalmente India, pero sobre todo China, frente a lo cual Argentina tiene que redefinir una estrategia de relación, para no renunciar a la posibilidad de tener una desarrollo industrial autónomo para encarar los problemas de desocupación y bajos salarios, que no se resuelven si no se lanza un nuevo modelo productivo. A pesar de ocho años de crecimiento con altas tasas, el 30% de la población está debajo de la línea de la pobreza; un 75% de los jóvenes trabajadores entre 18 y 29 años están desocupados, precarizados o en negro; el 50% de los trabajadores argentinos gana menos del salario mínimo.
-¿Cómo se revierte?
-Relanzando la industrialización de Argentina a partir de la industria básica. Reconstrucción de ferrocarriles, de la industria naval y aeronáutica, de telecomunicaciones, como base del desarrollo de una perspectiva autónoma de ciencia y tecnología de avanzada. Estamos yendo a ser un país monoproductor de granos y con una tecnología que nos da para construir carretas y diligencias.
Como gran exportador de soja, tenemos dos peligros de mediano plazo: la crisis financiera de Estados Unidos y Europa va a afectar el precio de las materias primas; y China necesariamente va a ir a un creciente autoabastecimiento en granos. Qué va a pasar el día en que China diga que no compara más soja. Es de una inconsciencia total que esto no esté en el debate político argentino y ni siquiera que haya estado en las pautas programáticas de los socialistas.
Es como que vamos en el Titanic. La situación internacional indica que entramos en una zona de témpanos. El oficialismo está en un exitismo desbordante bailando el vals a toda orquesta, gran parte de la oposición ve cuando le toca la próxima pieza.
-Los kirchneristas dicen que con sus críticas resultan funcionales a la derecha.
-Somos una alternativa que ante todo pone como bandera la ética pública y tiene en gran parte de sus referentes y cuadros un ejemplo en ese sentido. Estamos a prueba de archivos. Hemos avalado muchas de las medidas del kirchnerismo, pero creemos que, por ejemplo, la política de minería a cielo abierto es una aberración, lo mismo la devastación de los bosques nativos, o el hecho de continuar reprivatizando los recursos estratégicos, o la depredación de la pesca; el no revisar la deuda externa: han pagado en cinco años 60 mil millones de dólares, lo que equivale al doble de lo perdido por Chile con el terremoto. Si no se revisa la deuda, vamos a tener este costo cada cuatro años hasta el 3012. No parece esta una política de izquierda.
Ahora bien, Mauricio Macri es de derecha ¿Y Franco Macri, el principal socio de la presidencia, es un revolucionario? Esto de que se le hace el juego a la derecha es una manipulación del discurso político.
-En todo caso ha sido una manipulación bastante efectiva, que logró enfrentar políticamente a personas que antes eran amigos-
-Es lamentable eso de exacerbar el conflicto y la contradicción. Cuando se hace una polarización tan cerrada se garantiza que no haya crítica interna, que en un momento de guerra se equipara a una quinta columna o la traición. Me parece que esta crispación es una de las peores cosas que ha generado la cultura política del kirchnerismo y que ha llevado a la locura de que algunos amigos eviten hablar de política para no pelearse. Forma parte de una cultura que evita la crítica.
Perfil
Alcira Susana Argumedo nació el 7 de mayo de 1940. Es diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el movimiento Proyecto Sur, socióloga, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora del Conicet.
De extracción peronista, fue integrante de las Cátedras Nacionales en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA entre 1968 y 1974 y Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires en 1973/ 74.
Estuvo exiliada en México durante la última dictadura. En 1993, participó en la creación del Frente Grande, junto al cineasta Fernando Pino Solanas. En 2007 contribuyó en la creación de Proyecto Sur.
Desde el 2005 integra el Consejo Directivo -ad honorem- del Instituto Espacio para la Memoria.
Como investigadora ha participado en los documentales Memoria del saqueo, La dignidad de los nadies y Argentina latente, de Pino Solanas, premiados en festivales internacionales.
Estudiosa de la realidad política y social latinoamericana, es colaboradora habitual de Página/12, ha publicado numerosos artículos en libros o revistas nacionales e internacionales, e integra el Consejo Académico del Instituto de Pensamiento y Cultura en América Latina (IPECAL-México) junto a intelectuales como Hugo Zemelman, Estela Quintar, Aníbal Quijano, Boaventura de Sousa, Enrique Dussel y otros.
Con muy bajo nivel de conocimiento fuera del ambiente intelectual, según publicó El Diario, la socióloga ofrece un argumento razonable para pedir el voto: conseguir el 14 de agosto el 1,5 por ciento de los votos que la ley exige para participar de las elecciones del 23 de octubre y, con ello, no quitar del debate electoral la agenda de temas que sólo Proyecto Sur plantea.
Sin Fernando Pino Solanas en la lista y caída la posibilidad de acordar con el socialismo de Hermes Binner, Proyecto Sur afronta en las próximas elecciones una prueba. “Nosotros nacimos en la provincia a la sombra de Pino. Para nosotros este es un desafío nuevo que es ver quiénes somos en Entre Ríos, poniendo nombres que son de la provincia”, explicó Darío Olivera, candidato a gobernador, al recordar que es la primera vez que Proyecto Sur compite en Entre Ríos.
“Sabemos que es una pelea muy desigual en términos de recursos, pero para nada pensamos que nuestra historia termina ni el 14 de agosto ni el 23 de octubre”, agregó Argumedo, para señalar que el objetivo de esta instancia es “ir sentando las bases de este proyecto nacional, tener presencia en el debate político, porque estamos sentando líneas que no están presentes en las otras fuerzas políticas”.
-¿Qué se vota cuando se vota Proyecto Sur?
-Una propuesta que tiene en cuenta un riguroso diagnóstico de la situación internacional, que habla de un profundo cambio de época histórica. Señalamos la magnitud del cambio que significa la declinación acelerada de Estados Unidos y la Unión Europea, que fueron los polos del occidente central y predominaron en el mundo desde que Colón llegó a América.
Y el surgimiento de nuevas potencias emergentes, principalmente India, pero sobre todo China, frente a lo cual Argentina tiene que redefinir una estrategia de relación, para no renunciar a la posibilidad de tener una desarrollo industrial autónomo para encarar los problemas de desocupación y bajos salarios, que no se resuelven si no se lanza un nuevo modelo productivo. A pesar de ocho años de crecimiento con altas tasas, el 30% de la población está debajo de la línea de la pobreza; un 75% de los jóvenes trabajadores entre 18 y 29 años están desocupados, precarizados o en negro; el 50% de los trabajadores argentinos gana menos del salario mínimo.
-¿Cómo se revierte?
-Relanzando la industrialización de Argentina a partir de la industria básica. Reconstrucción de ferrocarriles, de la industria naval y aeronáutica, de telecomunicaciones, como base del desarrollo de una perspectiva autónoma de ciencia y tecnología de avanzada. Estamos yendo a ser un país monoproductor de granos y con una tecnología que nos da para construir carretas y diligencias.
Como gran exportador de soja, tenemos dos peligros de mediano plazo: la crisis financiera de Estados Unidos y Europa va a afectar el precio de las materias primas; y China necesariamente va a ir a un creciente autoabastecimiento en granos. Qué va a pasar el día en que China diga que no compara más soja. Es de una inconsciencia total que esto no esté en el debate político argentino y ni siquiera que haya estado en las pautas programáticas de los socialistas.
Es como que vamos en el Titanic. La situación internacional indica que entramos en una zona de témpanos. El oficialismo está en un exitismo desbordante bailando el vals a toda orquesta, gran parte de la oposición ve cuando le toca la próxima pieza.
-Los kirchneristas dicen que con sus críticas resultan funcionales a la derecha.
-Somos una alternativa que ante todo pone como bandera la ética pública y tiene en gran parte de sus referentes y cuadros un ejemplo en ese sentido. Estamos a prueba de archivos. Hemos avalado muchas de las medidas del kirchnerismo, pero creemos que, por ejemplo, la política de minería a cielo abierto es una aberración, lo mismo la devastación de los bosques nativos, o el hecho de continuar reprivatizando los recursos estratégicos, o la depredación de la pesca; el no revisar la deuda externa: han pagado en cinco años 60 mil millones de dólares, lo que equivale al doble de lo perdido por Chile con el terremoto. Si no se revisa la deuda, vamos a tener este costo cada cuatro años hasta el 3012. No parece esta una política de izquierda.
Ahora bien, Mauricio Macri es de derecha ¿Y Franco Macri, el principal socio de la presidencia, es un revolucionario? Esto de que se le hace el juego a la derecha es una manipulación del discurso político.
-En todo caso ha sido una manipulación bastante efectiva, que logró enfrentar políticamente a personas que antes eran amigos-
-Es lamentable eso de exacerbar el conflicto y la contradicción. Cuando se hace una polarización tan cerrada se garantiza que no haya crítica interna, que en un momento de guerra se equipara a una quinta columna o la traición. Me parece que esta crispación es una de las peores cosas que ha generado la cultura política del kirchnerismo y que ha llevado a la locura de que algunos amigos eviten hablar de política para no pelearse. Forma parte de una cultura que evita la crítica.
Perfil
Alcira Susana Argumedo nació el 7 de mayo de 1940. Es diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires por el movimiento Proyecto Sur, socióloga, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigadora del Conicet.
De extracción peronista, fue integrante de las Cátedras Nacionales en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA entre 1968 y 1974 y Secretaria de Cultura de la Provincia de Buenos Aires en 1973/ 74.
Estuvo exiliada en México durante la última dictadura. En 1993, participó en la creación del Frente Grande, junto al cineasta Fernando Pino Solanas. En 2007 contribuyó en la creación de Proyecto Sur.
Desde el 2005 integra el Consejo Directivo -ad honorem- del Instituto Espacio para la Memoria.
Como investigadora ha participado en los documentales Memoria del saqueo, La dignidad de los nadies y Argentina latente, de Pino Solanas, premiados en festivales internacionales.
Estudiosa de la realidad política y social latinoamericana, es colaboradora habitual de Página/12, ha publicado numerosos artículos en libros o revistas nacionales e internacionales, e integra el Consejo Académico del Instituto de Pensamiento y Cultura en América Latina (IPECAL-México) junto a intelectuales como Hugo Zemelman, Estela Quintar, Aníbal Quijano, Boaventura de Sousa, Enrique Dussel y otros.
