Homenajearon a La Delfina en el 180° aniversario de su muerte
Se cumplieron este viernes 180 años del fallecimiento de La Delfina, recordada por ser la compañera -personal y de lucha- del Gral. Francisco Ramírez.
29.06.2019 | 10:02
Por tal motivo, esta figura de la historia uruguayense fue homenajeada durante una breve ceremonia realizada junto a su busto, ubicado en Plaza Ramírez. Allí estuvo el intendente José Lauritto y el viceintendente Martín Oliva, junto a concejales, funcionarios y autoridades diversas.
Vale recordar que el busto fue instalado allí hace pocos años por iniciativa de la Municipalidad, habiéndose rescatado el busto que fuera realizado por la escultura Adela Pérez Cheveste, oriunda de Gualeguaychú, y puesto en valor por el uruguayense Mario Morasán.
La Delfina
En su libro “Los cuatro amores del Gral. Francisco Ramírez”, María Luisa Zaffaroni la describe como “la inseparable compañera. La portuguesa, la Coronela de las Montoneras”. Así, refiere a la mujer que acompañó al Supremo Entrerriano en las campañas, en una de las cuales lo vio morir. Según la leyenda, Ramírez detuvo su huida para salvarla y en ese intento fue ultimado. Tras eso, los pocos soldados que quedaban la trajeron a Concepción del Uruguay, donde vivió hasta su muerte, 18 años después del fallecimiento de su amado.
Se presume que sus restos se encuentran en inmediaciones de capilla La Concepción, donde estuvo el primer cementerio de la ciudad. En el monumento levantado en memoria de los primeros pobladores, hay una placa que la recuerda.
Vale recordar que el busto fue instalado allí hace pocos años por iniciativa de la Municipalidad, habiéndose rescatado el busto que fuera realizado por la escultura Adela Pérez Cheveste, oriunda de Gualeguaychú, y puesto en valor por el uruguayense Mario Morasán.
La Delfina
En su libro “Los cuatro amores del Gral. Francisco Ramírez”, María Luisa Zaffaroni la describe como “la inseparable compañera. La portuguesa, la Coronela de las Montoneras”. Así, refiere a la mujer que acompañó al Supremo Entrerriano en las campañas, en una de las cuales lo vio morir. Según la leyenda, Ramírez detuvo su huida para salvarla y en ese intento fue ultimado. Tras eso, los pocos soldados que quedaban la trajeron a Concepción del Uruguay, donde vivió hasta su muerte, 18 años después del fallecimiento de su amado.
Se presume que sus restos se encuentran en inmediaciones de capilla La Concepción, donde estuvo el primer cementerio de la ciudad. En el monumento levantado en memoria de los primeros pobladores, hay una placa que la recuerda.
