POR JUAN MARTÍN GARAY
"El capital social"
14.12.2019 | 19:03
La colaboración social de fortalecimiento de los lazos de pertenencia solidara a la comunidad, entre los diferentes grupos de un colectivo humano y el uso individual de las oportunidades conforman un capital social en sí mismo; en momentos como los que nos tocan vivir, los pactos sociales son como el agua en el desierto, necesarios pero también imprescindibles.
El nuevo contrato social de responsabilidad social que se avecina de la mano del nuevo gobierno nacional deberá avanzar entre “la grieta” y el hambre, entre una economía cíclica y la necesidad de resurgir como el Ave Fénix al igual que en el 2003 y el 2004.
Como dice Perón “Nadie puede solucionar un problema social si antes no soluciona un problema económico, y nadie soluciona un problema económico sin antes solucionar un problema político”. Como Justicialista Alberto Fernández lo sabe y por eso viene a gobernar para todos, para los que lo votaron como para quienes no lo tuvieron como opción. Con esta concepción, el primer problema ya lo tiene resuelto (o debería), el político, resta ahora ir por la resolución de lo económico para sentar las bases que permitan comenzar a dar solución a lo social pero de manera permanente y no espasmódica.
Como bien analiza Alfredo Zaiat: “El sendero elegido en ciclos políticos anteriores desde la recuperación democrática fue el de construir una hegemonía, sin la búsqueda de esa convergencia, que les permitiera ordenar el conflicto económico y social de corto plazo. Conocido el resultado de esas experiencias políticas, en términos de estabilidad económica de largo plazo, queda en evidencia que no ha sido efectiva la estrategia de no buscar la administración de los intereses corporativos junto a cada uno de los protagonistas de la puja distributiva”.
El tiempo que viene es el tiempo de todos, un tiempo de consensos, de diálogo y encuentro donde realmente asumamos la necesidad de ser nación. Porque la patria es algo accidental que nos viene dado, nacemos donde y cuando la vida nos alumbra, pero la nación es la construcción colectiva, una tarea de todos y para todos.
* EL AUTOR ES SECRETARIO DE GOBIERNO DE CONCEPCIÓN DEL URUGUAY.
El nuevo contrato social de responsabilidad social que se avecina de la mano del nuevo gobierno nacional deberá avanzar entre “la grieta” y el hambre, entre una economía cíclica y la necesidad de resurgir como el Ave Fénix al igual que en el 2003 y el 2004.
Como dice Perón “Nadie puede solucionar un problema social si antes no soluciona un problema económico, y nadie soluciona un problema económico sin antes solucionar un problema político”. Como Justicialista Alberto Fernández lo sabe y por eso viene a gobernar para todos, para los que lo votaron como para quienes no lo tuvieron como opción. Con esta concepción, el primer problema ya lo tiene resuelto (o debería), el político, resta ahora ir por la resolución de lo económico para sentar las bases que permitan comenzar a dar solución a lo social pero de manera permanente y no espasmódica.
Como bien analiza Alfredo Zaiat: “El sendero elegido en ciclos políticos anteriores desde la recuperación democrática fue el de construir una hegemonía, sin la búsqueda de esa convergencia, que les permitiera ordenar el conflicto económico y social de corto plazo. Conocido el resultado de esas experiencias políticas, en términos de estabilidad económica de largo plazo, queda en evidencia que no ha sido efectiva la estrategia de no buscar la administración de los intereses corporativos junto a cada uno de los protagonistas de la puja distributiva”.
El tiempo que viene es el tiempo de todos, un tiempo de consensos, de diálogo y encuentro donde realmente asumamos la necesidad de ser nación. Porque la patria es algo accidental que nos viene dado, nacemos donde y cuando la vida nos alumbra, pero la nación es la construcción colectiva, una tarea de todos y para todos.
* EL AUTOR ES SECRETARIO DE GOBIERNO DE CONCEPCIÓN DEL URUGUAY.