POR JUAN MARTÍN GARAY
El voto y la equidad
08.03.2020 | 13:26
Cuando días pasados el Gobernador Gustavo Bordet en su mensaje al pueblo entrerriano, al dejar inaugurado un nuevo periodo de sesiones ordinarias de la Legislatura Provincial hizo referencia nuevamente a “LA REFORMA POLÍTICA”, reafirmó con ello su compromiso de darnos a los entrerrianos la posibilidad verdadera de discutir respecto de la calidad institucional en cuestión de sistema electoral, algo que naturalmente necesitará de un amplio consenso de manera tal que posea la mayor legitimidad posible, siendo necesario dialogar mucho y lo suficiente para involucrar al ciudadano de a pie, al mundo académico, a las organizaciones de la sociedad civil y por supuesto a los partidos políticos.
Dicha reforma tiene dos aristas claramente marcadas, por un lado ir por la implementación de la BUP (Boleta Única de Papel) cuya ventajas y virtudes son las que el electorado puede armar su propia combinación al optar por candidaturas de distintos partidos para cargos electivos diferentes, superando la confusión provocada por las sumatorias y dando transparencia al momento de elegir, otorgando más equidad a la competencia electoral y mejorando las condiciones en cuanto a la certeza de que todas las listas estén expuestas. Es una simplificación del sistema actual con un recuento y escrutinio más ágil, garantizando que todas las candidaturas estén disponibles para los votantes, asegurando igualdad en la competencia de quienes se candidateen por los partidos políticos y frentes electorales quienes tendrán un espacio y visibilidad equivalentes.
Por otro lado reafirmar la paridad de género, que se presenta como un hecho destacable y de gran importancia, estableciendo la conformación de las listas para cargos electivos de cuerpos colegiados con igualdad de participación efectiva de representantes varones y mujeres en un sistema de distribución de cargos de manera intercalada (tal y como existe en la actualidad para la conformación de las listas de concejales).
En el siglo de la mujer, el puntapié inicial dado por el gobernador de cara al reconocimiento en la política hacia las mujeres tiene mucho valor en sí mismo (uno de ellos es el hecho de que por primera vez tenemos una vicegobernadora y una ministra de gobierno). La iniciativa del “fifty - fifty” para la conformación de cargos se asume como una verdadera política de Estado en sí misma.
Las últimas elecciones enseñaron que el voto se está definiendo cada vez más de una manera selectiva, aun soplando contra el viento del actual sistema electoral vigente. El advenimiento de la boleta única como en Santa Fe o Córdoba de la
mano de la reforma política en Entre Ríos será todo un desafío para el tiempo que viene cuando de arquitectura electoral se trate, como así también la participación por partes iguales de las mujeres en los cargos políticos, porque como expresa Dora Barrancos que cuando una puerta se abre no sólo entra una sino que entran todas, Gustavo Bordet ha abierto la primera de varias puertas.
Dicha reforma tiene dos aristas claramente marcadas, por un lado ir por la implementación de la BUP (Boleta Única de Papel) cuya ventajas y virtudes son las que el electorado puede armar su propia combinación al optar por candidaturas de distintos partidos para cargos electivos diferentes, superando la confusión provocada por las sumatorias y dando transparencia al momento de elegir, otorgando más equidad a la competencia electoral y mejorando las condiciones en cuanto a la certeza de que todas las listas estén expuestas. Es una simplificación del sistema actual con un recuento y escrutinio más ágil, garantizando que todas las candidaturas estén disponibles para los votantes, asegurando igualdad en la competencia de quienes se candidateen por los partidos políticos y frentes electorales quienes tendrán un espacio y visibilidad equivalentes.
Por otro lado reafirmar la paridad de género, que se presenta como un hecho destacable y de gran importancia, estableciendo la conformación de las listas para cargos electivos de cuerpos colegiados con igualdad de participación efectiva de representantes varones y mujeres en un sistema de distribución de cargos de manera intercalada (tal y como existe en la actualidad para la conformación de las listas de concejales).
En el siglo de la mujer, el puntapié inicial dado por el gobernador de cara al reconocimiento en la política hacia las mujeres tiene mucho valor en sí mismo (uno de ellos es el hecho de que por primera vez tenemos una vicegobernadora y una ministra de gobierno). La iniciativa del “fifty - fifty” para la conformación de cargos se asume como una verdadera política de Estado en sí misma.
Las últimas elecciones enseñaron que el voto se está definiendo cada vez más de una manera selectiva, aun soplando contra el viento del actual sistema electoral vigente. El advenimiento de la boleta única como en Santa Fe o Córdoba de la
mano de la reforma política en Entre Ríos será todo un desafío para el tiempo que viene cuando de arquitectura electoral se trate, como así también la participación por partes iguales de las mujeres en los cargos políticos, porque como expresa Dora Barrancos que cuando una puerta se abre no sólo entra una sino que entran todas, Gustavo Bordet ha abierto la primera de varias puertas.