LA MIRADA SOBRE LOS NÚMEROS
La coparticipación del impuesto a las grandes riquezas, una alternativa a la emergencia
El Ejecutivo entrerriano anunció el viernes que la Legislatura debatirá una ley de emergencia con la que busca recaudar 2200 millones de pesos al año, lo que generó una fuerte reacción en contra. Si las provincias logran participar del impuesto a las grandes riquezas que el gobierno nacional enviaría al Congreso, Bordet contaría con el triple de recursos y se ahorraría la tormenta.
29.06.2020 | 11:34
Por JUAN BRACCO
El proyecto de emergencia que el Poder Ejecutivo provincial plantea un aporte extraordinario para financiar el déficit de la Caja de Jubilaciones de activos y pasivos a través de un esquema de descuento de los haberes superiores a los $ 75 mil pesos, con los que espera recaudar $ 1500 millones de pesos en forma anual. Si a esto se suman la contribución que haría el campo a través de un extra del impuesto inmobiliario y las modificaciones a ingresos brutos para bancos y droguerías, el número se amplía a $ 2.228 millones.
Este importe es menos de la mitad de lo que invierte mes a mes Entre Ríos en masa salarial (unos 7 mil millones de pesos) y es apenas un 15% del déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones, que se estima en unos $ 13 mil millones. Es decir que el Gobierno está poniendo en juego el capital político que ganó hace poco más de un año Bordet al ser reelecto para lograr un fondo que, si bien para poco es mucho, para mucho es poco.
Mientras en el horizonte se avizora el tantas veces anunciado y hasta ahora nunca concretado proyecto del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos para establecer un impuesto a las grandes fortunas.
En un informe publicado el domingo por el periodista Horacio Verbitsky, que tiene acceso directo a quienes están abocados a la redacción del proyecto, quedaron plasmados tres datos claves: la iniciativa tomaría estado parlamentario entre el 14 y el 17 de julio próximo, la estimación de recaudación será de 3 mil millones de dólares y los recursos irían a financiar programas sociales barriales, inversiones gasíferas y créditos blandos para pymes.
No se menciona un planteo formulado en su momento por el ministro de Economía de Entre Ríos, Hugo Ballay: que este tributo sea coparticipable, es decir que las provincias participen de estos recursos para aliviar sus propias penurias financieras.
Si los tres mil millones de dólares de los que habla Verbitsky se convierten a $ 75, que es el nivel en el que más o menos se mueve la divisa norteamericana en su cotización oficial, estaríamos hablando de $ 225 mil millones que se recaudarían por el impuesto a las grandes riquezas.
Según el coeficiente de coparticipación vigente, a las provincias le corresponderia el 54,36% de ese total (122,3 mil millones de pesos) y a Entre Ríos le tocaria el 5.07%, un monto superior a los $ 6 mil millones, es decir casi 3 veces lo que espera colectar con la ley de emergencia en debate. Y a un costo político cero.
Los números para aprobar el proyecto en el Congreso, sobre todo en Diputados, están al límite. No sólo Entre Ríos, sino también otras provincias necesitan de estos recursos. Estará en manos de la “rosca parlamentaria” (tan vilipendiada y tan necesaria) la posibilidad de darle contenido material al federalismo tan utilizado y tan poco aplicado, según publicó el portal Valor Local.
Este importe es menos de la mitad de lo que invierte mes a mes Entre Ríos en masa salarial (unos 7 mil millones de pesos) y es apenas un 15% del déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones, que se estima en unos $ 13 mil millones. Es decir que el Gobierno está poniendo en juego el capital político que ganó hace poco más de un año Bordet al ser reelecto para lograr un fondo que, si bien para poco es mucho, para mucho es poco.
Mientras en el horizonte se avizora el tantas veces anunciado y hasta ahora nunca concretado proyecto del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos para establecer un impuesto a las grandes fortunas.
En un informe publicado el domingo por el periodista Horacio Verbitsky, que tiene acceso directo a quienes están abocados a la redacción del proyecto, quedaron plasmados tres datos claves: la iniciativa tomaría estado parlamentario entre el 14 y el 17 de julio próximo, la estimación de recaudación será de 3 mil millones de dólares y los recursos irían a financiar programas sociales barriales, inversiones gasíferas y créditos blandos para pymes.
No se menciona un planteo formulado en su momento por el ministro de Economía de Entre Ríos, Hugo Ballay: que este tributo sea coparticipable, es decir que las provincias participen de estos recursos para aliviar sus propias penurias financieras.
Si los tres mil millones de dólares de los que habla Verbitsky se convierten a $ 75, que es el nivel en el que más o menos se mueve la divisa norteamericana en su cotización oficial, estaríamos hablando de $ 225 mil millones que se recaudarían por el impuesto a las grandes riquezas.
Según el coeficiente de coparticipación vigente, a las provincias le corresponderia el 54,36% de ese total (122,3 mil millones de pesos) y a Entre Ríos le tocaria el 5.07%, un monto superior a los $ 6 mil millones, es decir casi 3 veces lo que espera colectar con la ley de emergencia en debate. Y a un costo político cero.
Los números para aprobar el proyecto en el Congreso, sobre todo en Diputados, están al límite. No sólo Entre Ríos, sino también otras provincias necesitan de estos recursos. Estará en manos de la “rosca parlamentaria” (tan vilipendiada y tan necesaria) la posibilidad de darle contenido material al federalismo tan utilizado y tan poco aplicado, según publicó el portal Valor Local.