POR EL CORONAVIRUS
Las medidas sanitarias que se impondrían en las elecciones
La Cámara Nacional Electoral (CNE), en conjunto con las autoridades políticas a cargo de la organización estos procesos cívicos esenciales, acordaron cuáles serán las medidas sanitarias que se adoptarán para garantizarle a la ciudadanía que se cuidará su salud al máximo posible en los días de votación.
01.08.2021 | 10:46
Primera excepcionalidad: las PASO y las generales se postergaron para intentar esquivar los picos de contagio del virus. Mediante un consenso entre el oficialismo y la oposición, la elección general no se celebrará el 24 de octubre tal como estaba estipulado. Se votará, como ya se señaló, el 14 de noviembre.
Las PASO siguieron un cronograma similar: no serán en agosto, como marcaban las normas y la tradición, sino que se retrasarán al 12 de septiembre. La CNE estudió desde que empezó la pandemia y, sobre todo, las medidas restrictivas del 2020 como la cuarentena con aislamiento obligatorio, cómo proteger de posibles contagios a los votantes.
Por primera vez, al menos desde el retorno de la democracia en 1983, se aumentará el número de centros de votación. En la vieja “normalidad”, las escuelas en las que se sufragaba en todo el país eran alrededor de 15 mil. Debido a que estas elecciones serán extraordinarias, ese ese número se aumentará a alrededor de 17 mil o 19 mil nuevos espacios preparados especialmente para los comicios en pandemia. Es por eso que se habilitarán clubes deportivos y otros sitios en los que nunca jamás se votó.
Los partidos deberán conseguir más fiscales generales para controlar el normal desarrollo de los comicios. Los fiscales de los partidos con mayor estructura y financiamiento se esforzarán para cubrir todos los centros. Para sus rivales con menos capacidad en estas dinámicas territoriales la fiscalización se complicaría. Lo que no significa que las PASO y las generales sean menos transparentes.
La cantidad de mesas para votar será similar a las que siempre se prepararon para comisiones nacionales pero cada una de ellas funcionará como “burbuja”: quienes estén presentes en ellas no podrá “pasarse” a otras diferentes o en otros lugares. Al haber más centros para sufragar, la ciudadanía evitaría potenciales amontonamientos.
Se anunciaría también un horario especial para que los votantes mayores de 60 años, y también para aquellas personas que estén afectadas por comorbilidades, tengan prioridad para sufragar. Eso les permitiría evitar las habituales “filas” de espera si se juntan demasiados electores en un mismo momento.
Durante ese lapso de tiempo, aun no oficializado, esos votantes podrán ingresar a emitir su voto del modo más rápido posible.
Las “colas” si se llegaran a juntar votantes deberán hacerse fuera de los establecimientos nuevos o habituales en los que se efectuarán estos plebiscitos nacionales.
Quizás la mayor novedad para estas elecciones extraordinarias es la creación de una nueva figura que tendrá amplios obligaciones y poderes durante el escrutinio: el "facilitador sanitario".
Serán los encargados de cuidar los protocolos contra el Covid-19. Trabajarán en plena votación con potestades inéditas. El Ministerio del Interior, al mando de Eduardo De Pedro, quien tiene bajo su administración a la Dirección Nacional Electoral (DINE), emitió ayer un comunicado informando que el rol de “facilitador sanitario” será ejercido por miembros de las Fuerzas Armadas y también por integrantes de las Fuerzas de Seguridad Nacionales. Este nuevo organizador de los comicios en los lugares de votación genera intrigas en los partidos políticos (ver nota aparte).
La Cámara Electoral había pedido que el trabajo de "facilitador sanitario" sea cumplido por personal del Ministerio de Salud. Ese organismo carecería de la cantidad necesaria para cumplir las tareas en todo el país tal como se organizaron los comicios extraordinarios.
Otras variables para tener cuenta son las que tienen que ver con los afectados por el Covid-19 o quienes deban cumplir aislamiento al momento de votar. A ningún ciudadano se le puede prohibir ejercer su derecho al voto. Pero al mismo tiempo quienes sean portadores del virus son a la vez potenciales contagiadores. Incluso, si es que son conscientes de que son portadores de Covid-19, podrían cometer el delito estipulado en el Código Penal en su artículo 202: estipula una pena de cárcel de tres a quince años para quienes propagaren una enfermedad peligrosa.
La Ley es dura, pero es la Ley. Los votantes con coronavirus, se si es que se los detecta votando, serán detenidos por las fuerzas policiales. ¿Los aislados? También están amparados para elegir candidatos, pero eso choca con su condición de potenciales enfermos de Covid-19: tampoco podrían cumplir con su derecho cívico. El control sobre estos dos nuevos actores de la peste en elecciones es de muy difícil implementación.
A todas estas novedades para los comicios, se agregan otras, de carácter más complejo. Por primera vez se involucrarán dos empresas distintas en el conteo de votos. La compañía Indra ganó la licitación para realizar el escrutinio provisorio. Pero a la vez se usará el usará el software de Smarmatic para recolectar los telegramas con los resultados y transmitir esa información para su conteo provisorio.
La CNE advirtió al Gobierno mediante, una acordada firmada en mayo pasado que la pandemia podría afectar a las elecciones del 2021. Después de la insistencia ante las autoridades de dos de miembros de la CNE, Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía, la Casa Rosada garantizó que los presidentes de mesas podrán vacunarse antes de las elecciones.
Quienes organizan este proceso admiten que podrían retrasarse los resultados en distritos específicos. Son aquellos en los que compiten varias listas de los mismos partidos en las PASO.
¿Qué puede ocurrir si se expande el virus con su cepa Delta, por poner un ejemplo, y una nueva ola de contagios afecte al país en las fechas de los comicios?
Las elecciones se harán de todos modos. La Justicia garantizará el voto tal como dicta la Constitución Nacional.
Según publicó La Vanguardia, desde el poder Judicial afirmaron que votar será "muy seguro".
Las PASO siguieron un cronograma similar: no serán en agosto, como marcaban las normas y la tradición, sino que se retrasarán al 12 de septiembre. La CNE estudió desde que empezó la pandemia y, sobre todo, las medidas restrictivas del 2020 como la cuarentena con aislamiento obligatorio, cómo proteger de posibles contagios a los votantes.
Por primera vez, al menos desde el retorno de la democracia en 1983, se aumentará el número de centros de votación. En la vieja “normalidad”, las escuelas en las que se sufragaba en todo el país eran alrededor de 15 mil. Debido a que estas elecciones serán extraordinarias, ese ese número se aumentará a alrededor de 17 mil o 19 mil nuevos espacios preparados especialmente para los comicios en pandemia. Es por eso que se habilitarán clubes deportivos y otros sitios en los que nunca jamás se votó.
Los partidos deberán conseguir más fiscales generales para controlar el normal desarrollo de los comicios. Los fiscales de los partidos con mayor estructura y financiamiento se esforzarán para cubrir todos los centros. Para sus rivales con menos capacidad en estas dinámicas territoriales la fiscalización se complicaría. Lo que no significa que las PASO y las generales sean menos transparentes.
La cantidad de mesas para votar será similar a las que siempre se prepararon para comisiones nacionales pero cada una de ellas funcionará como “burbuja”: quienes estén presentes en ellas no podrá “pasarse” a otras diferentes o en otros lugares. Al haber más centros para sufragar, la ciudadanía evitaría potenciales amontonamientos.
Se anunciaría también un horario especial para que los votantes mayores de 60 años, y también para aquellas personas que estén afectadas por comorbilidades, tengan prioridad para sufragar. Eso les permitiría evitar las habituales “filas” de espera si se juntan demasiados electores en un mismo momento.
Durante ese lapso de tiempo, aun no oficializado, esos votantes podrán ingresar a emitir su voto del modo más rápido posible.
Las “colas” si se llegaran a juntar votantes deberán hacerse fuera de los establecimientos nuevos o habituales en los que se efectuarán estos plebiscitos nacionales.
Quizás la mayor novedad para estas elecciones extraordinarias es la creación de una nueva figura que tendrá amplios obligaciones y poderes durante el escrutinio: el "facilitador sanitario".
Serán los encargados de cuidar los protocolos contra el Covid-19. Trabajarán en plena votación con potestades inéditas. El Ministerio del Interior, al mando de Eduardo De Pedro, quien tiene bajo su administración a la Dirección Nacional Electoral (DINE), emitió ayer un comunicado informando que el rol de “facilitador sanitario” será ejercido por miembros de las Fuerzas Armadas y también por integrantes de las Fuerzas de Seguridad Nacionales. Este nuevo organizador de los comicios en los lugares de votación genera intrigas en los partidos políticos (ver nota aparte).
La Cámara Electoral había pedido que el trabajo de "facilitador sanitario" sea cumplido por personal del Ministerio de Salud. Ese organismo carecería de la cantidad necesaria para cumplir las tareas en todo el país tal como se organizaron los comicios extraordinarios.
Otras variables para tener cuenta son las que tienen que ver con los afectados por el Covid-19 o quienes deban cumplir aislamiento al momento de votar. A ningún ciudadano se le puede prohibir ejercer su derecho al voto. Pero al mismo tiempo quienes sean portadores del virus son a la vez potenciales contagiadores. Incluso, si es que son conscientes de que son portadores de Covid-19, podrían cometer el delito estipulado en el Código Penal en su artículo 202: estipula una pena de cárcel de tres a quince años para quienes propagaren una enfermedad peligrosa.
La Ley es dura, pero es la Ley. Los votantes con coronavirus, se si es que se los detecta votando, serán detenidos por las fuerzas policiales. ¿Los aislados? También están amparados para elegir candidatos, pero eso choca con su condición de potenciales enfermos de Covid-19: tampoco podrían cumplir con su derecho cívico. El control sobre estos dos nuevos actores de la peste en elecciones es de muy difícil implementación.
A todas estas novedades para los comicios, se agregan otras, de carácter más complejo. Por primera vez se involucrarán dos empresas distintas en el conteo de votos. La compañía Indra ganó la licitación para realizar el escrutinio provisorio. Pero a la vez se usará el usará el software de Smarmatic para recolectar los telegramas con los resultados y transmitir esa información para su conteo provisorio.
La CNE advirtió al Gobierno mediante, una acordada firmada en mayo pasado que la pandemia podría afectar a las elecciones del 2021. Después de la insistencia ante las autoridades de dos de miembros de la CNE, Santiago Corcuera y Alberto Dalla Vía, la Casa Rosada garantizó que los presidentes de mesas podrán vacunarse antes de las elecciones.
Quienes organizan este proceso admiten que podrían retrasarse los resultados en distritos específicos. Son aquellos en los que compiten varias listas de los mismos partidos en las PASO.
¿Qué puede ocurrir si se expande el virus con su cepa Delta, por poner un ejemplo, y una nueva ola de contagios afecte al país en las fechas de los comicios?
Las elecciones se harán de todos modos. La Justicia garantizará el voto tal como dicta la Constitución Nacional.
Según publicó La Vanguardia, desde el poder Judicial afirmaron que votar será "muy seguro".