PJ POR RECONSTRUIR
"Por destruir el apellido Cresto terminaron destruyendo el peronismo en Concordia”
El Intendente de Concordia y diputado provincial electo apuntó a lo que llamó "fuego amigo" como el responsable de la derrota del PJ en Concordia, tras haber sido gobierno 40 años. De cara a lo que viene, Cresto adelantó que trabajará para discutir "quien es quien en la política".
30.11.2023 | 17:57
Lo habían avisado. Toda catarsis y autocrítica quedarían relegadas para después del 19 de noviembre. Y así fue. Unos días después del ballotage, Enrique Cresto abrió la temporada de reproches en el peronismo de Concordia por la derrota en las elecciones locales. Después de cuarenta años, un intendente peronista deberá entregar el mando a otro que no lo es. En este caso, Francisco Azcué, de Juntos por el Cambio. La derrota en esta ciudad es vista, al interior del partido, como gran responsable de la caída en Entre Ríos.
Aunque utilizó un tono medido, la primera piedra que lanzó Cresto tendrá un impacto directo al interior del Partido Justicialista de la provincia, que se prepara para ingresar, una vez cumplidos los protocolos de traspaso de mandos, en terreno preelectoral de cara a la renovación de autoridades que sucederá durante el verano, sin fecha asignada aún.
“Tuvimos una campaña muy sucia, de fuego amigo, en contra mío. Por destruir el apellido Cresto terminaron destruyendo el peronismo en Concordia”, declaró a Radio Ciudadana. En este año electoral, el intendente –que no tenía reelección- jugó con candidato propio en su ciudad: apoyó al senador provincial Armando Gay en las PASO, quien luego terminó perdiendo en las generales a manos de Azcué. Por la importancia que Concordia tiene en el padrón electoral, la derrota de Gay en gran medida arrastró las chances de Adán Bahl, el candidato a la gobernación del PJ.
Las declaraciones de Cresto parecen destinadas al presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Ángel Giano, y su viceintendente Alfredo Francolini, ambos competidores en las PASO y derrotados por Gay. Cresto entiende que ninguno de los dos traccionó a favor de su candidato en las generales del 22 de octubre y que liberaron el terreno para “la destrucción del peronismo”.
“Estoy orgulloso de todo lo que hacemos y eso genera fuego amigo, y generó que el peronismo pierda en Concordia”, insistió, y agregó que “nosotros –por los Cresto- siempre estamos, los otros pasan, nombres que aparecen y se van, y nosotros estamos atados al desarrollo de la ciudad con nuestra actividad”.
El ex funcionario nacional también acusó, sin dar nombres, a sus colegas peronistas de “agitar la grieta”. “La grieta genera beneficios para algunos. Nosotros pusimos orden en la ciudad y eso genera ruido en algunos sectores internos nuestros, sectores reaccionarios que quieren la grieta, y a los que ahora les molesta una transición ordenada”, apuntó.
Durante el tiempo electoral, la acusación de campaña sucia había recaído, por el contrario, sobre sus propias espaldas. Francolini y Giano acusaron públicamente ese “juego sucio” y señalaron al entorno de Cresto hijo y Cresto padre (quien también fue precandidato) como responsables de esas “operaciones”.
A raíz de estas declaraciones, en algunos sectores internos entienden que Cresto intenta “sacarse la responsabilidad de encima”. Reconocen que en el PJ se deben un debate interno, pero condenan que Cresto lo haya hecho público. “Tiene que haber una instancia de acomodamiento, porque se vienen las elecciones de autoridades del partido. Tenemos que darnos la discusión como salga, pero hay que hacerla”, explicó uno de los consultados, quien también cuestionó la condición de presidente del partido que reviste Cresto y lo acusó de haber “cerrado la sede” durante todos estos años.
Ante el panorama de revisión interna que afrontará el PJ el año que viene, el intendente saliente se posicionó y avisó que trabajará “para poner en valor quién es quién en la política”. Dijo también que buscará “reconstruir” su apellido y el honor de su familia que, aseguró, está ligada a la historia económica de la ciudad “más allá de un cargo político, algo que no todos pueden sostener”, señaló.
Con todo este contexto, la incógnita que se abre es cómo jugará Cresto en la Legislatura provincial a partir del 10 de diciembre, cuando asuma como diputado, y si terminará por romper el endeble vínculo que siempre tuvo con el gobernador Gustavo Bordet.
Aunque utilizó un tono medido, la primera piedra que lanzó Cresto tendrá un impacto directo al interior del Partido Justicialista de la provincia, que se prepara para ingresar, una vez cumplidos los protocolos de traspaso de mandos, en terreno preelectoral de cara a la renovación de autoridades que sucederá durante el verano, sin fecha asignada aún.
“Tuvimos una campaña muy sucia, de fuego amigo, en contra mío. Por destruir el apellido Cresto terminaron destruyendo el peronismo en Concordia”, declaró a Radio Ciudadana. En este año electoral, el intendente –que no tenía reelección- jugó con candidato propio en su ciudad: apoyó al senador provincial Armando Gay en las PASO, quien luego terminó perdiendo en las generales a manos de Azcué. Por la importancia que Concordia tiene en el padrón electoral, la derrota de Gay en gran medida arrastró las chances de Adán Bahl, el candidato a la gobernación del PJ.
Las declaraciones de Cresto parecen destinadas al presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Ángel Giano, y su viceintendente Alfredo Francolini, ambos competidores en las PASO y derrotados por Gay. Cresto entiende que ninguno de los dos traccionó a favor de su candidato en las generales del 22 de octubre y que liberaron el terreno para “la destrucción del peronismo”.
“Estoy orgulloso de todo lo que hacemos y eso genera fuego amigo, y generó que el peronismo pierda en Concordia”, insistió, y agregó que “nosotros –por los Cresto- siempre estamos, los otros pasan, nombres que aparecen y se van, y nosotros estamos atados al desarrollo de la ciudad con nuestra actividad”.
El ex funcionario nacional también acusó, sin dar nombres, a sus colegas peronistas de “agitar la grieta”. “La grieta genera beneficios para algunos. Nosotros pusimos orden en la ciudad y eso genera ruido en algunos sectores internos nuestros, sectores reaccionarios que quieren la grieta, y a los que ahora les molesta una transición ordenada”, apuntó.
Durante el tiempo electoral, la acusación de campaña sucia había recaído, por el contrario, sobre sus propias espaldas. Francolini y Giano acusaron públicamente ese “juego sucio” y señalaron al entorno de Cresto hijo y Cresto padre (quien también fue precandidato) como responsables de esas “operaciones”.
A raíz de estas declaraciones, en algunos sectores internos entienden que Cresto intenta “sacarse la responsabilidad de encima”. Reconocen que en el PJ se deben un debate interno, pero condenan que Cresto lo haya hecho público. “Tiene que haber una instancia de acomodamiento, porque se vienen las elecciones de autoridades del partido. Tenemos que darnos la discusión como salga, pero hay que hacerla”, explicó uno de los consultados, quien también cuestionó la condición de presidente del partido que reviste Cresto y lo acusó de haber “cerrado la sede” durante todos estos años.
Ante el panorama de revisión interna que afrontará el PJ el año que viene, el intendente saliente se posicionó y avisó que trabajará “para poner en valor quién es quién en la política”. Dijo también que buscará “reconstruir” su apellido y el honor de su familia que, aseguró, está ligada a la historia económica de la ciudad “más allá de un cargo político, algo que no todos pueden sostener”, señaló.
Con todo este contexto, la incógnita que se abre es cómo jugará Cresto en la Legislatura provincial a partir del 10 de diciembre, cuando asuma como diputado, y si terminará por romper el endeble vínculo que siempre tuvo con el gobernador Gustavo Bordet.
Fuente: LETRA P