OPINIÓN
Artigas interpretó el sentir del pueblo
Por José Cáceres (*)- Hoy, como entrerrianos y argentinos, no cabe duda de la necesidad de reconocer la figura y dimensión de Artigas en la historia. Él fue el caudillo de más prestigio del litoral durante una década, el primer hombre que levantará a las masas e infundirá aliento popular a la revolución de 1810 en nuestras tierras.
28.02.2012 | 08:37
A principios de febrero de 1814 el comandante de la Villa de Paraná, Eusebio Hereñú, reconoció a Artigas como Protector de los Pueblos Libres y proclamó la autonomía de nuestra provincia, independizándose de Santa Fe. Los pronunciamientos de adhesión a la causa artiguista se suceden y Buenos Aires expide entonces un contingente armado de un millar de veteranos, comandado por el barón de Holmberg.
Las montoneras entrerrianas, lejos de intimidarse, al mando de Hereñú les dan batalla y se imponen en El Espinillo, el 22 de febrero. Esta batalla fue un verdadero bautismo de fuego del federalismo en Argentina y la puesta de pie de las ideas populares y progresistas en nuestra provincia.
La personalidad de Artigas marcó con su signo y su ideario los diez primeros años iniciales de la revolución rioplantenese. Como político, Artigas interpretó el sentir de los sectores populares de su tiempo y se transformó en un apóstol de la idea republicana en un ambiente proclive a las tendencias monárquicas.
Artigas fue un defensor a ultranza de la soberanía popular, fue en alguna medida el “creador” en el Río de la Plata de la idea federal por imponer al “nuevo mundo” un régimen de gobierno más acorde con las autonomías regionales cuestionadas por el centralismo de la oligarquía porteña.
Hoy, como entrerrianos y argentinos, no cabe duda de la necesidad de reconocer la figura y dimensión de Artigas en la historia. Él fue el caudillo de más prestigio del litoral durante una década, el primer hombre que levantará a las masas e infundirá aliento popular a la revolución de 1810 en nuestras tierras.
Artigas fue un caudillo de inmenso arraigo popular que penetró como nadie en las necesidades de las masas rurales, promoviendo una transformación revolucionaria de las estructuras económicas sociales de estas regiones. Artigas fue el jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres, generador de un proceso político que todavía hoy está en marcha, que no se ha cerrado, y que aún convoca nuestro fervor y nuestros desvelos.
Las ideas y proyectos de Artigas continuaron en todos los grandes movimientos populares del siglo XX, trascendiendo las reivindicaciones de los caudillos del siglo XIX. El Yrigoyenismo y el Peronismo continúan la huella marcada por Artigas. Hoy, esta Argentina soberana y con crecimiento, igual que la lucha por la equidad social de Cristina Kirchner y Sergio Urribarri es la muestra de que las ideas de Artigas tienen plena vigencia en el siglo XXI.
(*) Vicegobernador de Entre Ríos
Fuente: Página Política
Las montoneras entrerrianas, lejos de intimidarse, al mando de Hereñú les dan batalla y se imponen en El Espinillo, el 22 de febrero. Esta batalla fue un verdadero bautismo de fuego del federalismo en Argentina y la puesta de pie de las ideas populares y progresistas en nuestra provincia.
La personalidad de Artigas marcó con su signo y su ideario los diez primeros años iniciales de la revolución rioplantenese. Como político, Artigas interpretó el sentir de los sectores populares de su tiempo y se transformó en un apóstol de la idea republicana en un ambiente proclive a las tendencias monárquicas.
Artigas fue un defensor a ultranza de la soberanía popular, fue en alguna medida el “creador” en el Río de la Plata de la idea federal por imponer al “nuevo mundo” un régimen de gobierno más acorde con las autonomías regionales cuestionadas por el centralismo de la oligarquía porteña.
Hoy, como entrerrianos y argentinos, no cabe duda de la necesidad de reconocer la figura y dimensión de Artigas en la historia. Él fue el caudillo de más prestigio del litoral durante una década, el primer hombre que levantará a las masas e infundirá aliento popular a la revolución de 1810 en nuestras tierras.
Artigas fue un caudillo de inmenso arraigo popular que penetró como nadie en las necesidades de las masas rurales, promoviendo una transformación revolucionaria de las estructuras económicas sociales de estas regiones. Artigas fue el jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres, generador de un proceso político que todavía hoy está en marcha, que no se ha cerrado, y que aún convoca nuestro fervor y nuestros desvelos.
Las ideas y proyectos de Artigas continuaron en todos los grandes movimientos populares del siglo XX, trascendiendo las reivindicaciones de los caudillos del siglo XIX. El Yrigoyenismo y el Peronismo continúan la huella marcada por Artigas. Hoy, esta Argentina soberana y con crecimiento, igual que la lucha por la equidad social de Cristina Kirchner y Sergio Urribarri es la muestra de que las ideas de Artigas tienen plena vigencia en el siglo XXI.
(*) Vicegobernador de Entre Ríos
Fuente: Página Política