Opinión
Las contradicciones del señor Juez
Por Clara Chauvin- Paradoja, esa es la palabra clave. Según el diccionario de la Real Academia Española significa: “Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción”. Y vaya si el juez Raúl Tomaselli, a punto de ser titular del juzgado de Familia Civil y Penal de Menores Nº 1 de Concordia, es una clara paradoja.
15.04.2012 | 21:18
Tomaselli, el mismo magistrado que meses atrás permitió la judicialización del pedido de aborto no punible para una nena de 11 años víctima de una violación (a pesar de estar contemplado por la Ley), se negó a reconocer a un hijo de 17 años luego de haberse comprobado la paternidad con un examen de ADN.
El magistrado ya había sido centro de fuertes críticas de diferentes instituciones y organizaciones de derechos humanos luego de permitir que un niña continuara con un embarazo que, por su corta edad, podría perjudicar su salud y hasta su vida. No obstante, pasó por el proceso constitucional para ser juez titular sin inconvenientes, superando las instancias en el Consejo de la Magistratura y las preguntas de los senadores. Actualmente, ese pliego está en manos del gobernador Sergio Urribarri, esperando que se apruebe o se derogue.
Un juez es quien debería impartir justicia en pos del derecho de la comunidad y ser una persona intachable que demuestre con convicción el rol que el Estado le impuso. Pero, hasta ahora, Tomaselli no ha demostrado nada de eso. Ana Conte, la madre del hijo no reconocido, fue quien solicitó el examen de ADN en el año 2009, lo que Tomaselli “estiró todo lo que pudo”, según declaraciones de Evelyn Silben, abogada de Conte, a Página Judicial.
Contradicciones y más contradicciones en torno a un supuesto hombre de leyes. El juez, quien tiempo atrás hizo oídos sordos al derecho de una víctima de abuso sexual a quien ampara el Derecho Penal en su artículo 86, el que permite la interrupción de un embarazo en tales casos, en una aparente actitud, llamase “pro-vida”, o en defensa del niño por nacer, es quien ahora no quiso hacerse cargo de un niño ya nacido hace 17 años.
¿Cuáles son los límites de la hipocresía del conservadurismo más retrógrado? ¿Hasta cuándo van a existir autoridades que hablan de moral con la bragueta abierta? Preguntas y paradojas y, mientras tanto, derechos que siguen sin reconocerse porque siempre va a ser mejor guardar la mugre debajo de la alfombra.
El magistrado ya había sido centro de fuertes críticas de diferentes instituciones y organizaciones de derechos humanos luego de permitir que un niña continuara con un embarazo que, por su corta edad, podría perjudicar su salud y hasta su vida. No obstante, pasó por el proceso constitucional para ser juez titular sin inconvenientes, superando las instancias en el Consejo de la Magistratura y las preguntas de los senadores. Actualmente, ese pliego está en manos del gobernador Sergio Urribarri, esperando que se apruebe o se derogue.
Un juez es quien debería impartir justicia en pos del derecho de la comunidad y ser una persona intachable que demuestre con convicción el rol que el Estado le impuso. Pero, hasta ahora, Tomaselli no ha demostrado nada de eso. Ana Conte, la madre del hijo no reconocido, fue quien solicitó el examen de ADN en el año 2009, lo que Tomaselli “estiró todo lo que pudo”, según declaraciones de Evelyn Silben, abogada de Conte, a Página Judicial.
Contradicciones y más contradicciones en torno a un supuesto hombre de leyes. El juez, quien tiempo atrás hizo oídos sordos al derecho de una víctima de abuso sexual a quien ampara el Derecho Penal en su artículo 86, el que permite la interrupción de un embarazo en tales casos, en una aparente actitud, llamase “pro-vida”, o en defensa del niño por nacer, es quien ahora no quiso hacerse cargo de un niño ya nacido hace 17 años.
¿Cuáles son los límites de la hipocresía del conservadurismo más retrógrado? ¿Hasta cuándo van a existir autoridades que hablan de moral con la bragueta abierta? Preguntas y paradojas y, mientras tanto, derechos que siguen sin reconocerse porque siempre va a ser mejor guardar la mugre debajo de la alfombra.