Agroquímicos en Entre Ríos
Diputados analizarán prohibir las fumigaciones aéreas
El diputado Fabián Flores convocó a la Comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente para tratar un proyecto de ley que prohíbe el uso de agroquímicos en la provincia.
10.03.2011 | 17:25
Sólo quedarían exceptuadas de la restricción las fumigaciones en lugares a los que no se puede llegar por vía terrestre.
“Me preocupa el tema de las fumigaciones y el uso de los agroquímicos y más aún si tenemos en cuenta que muchas veces los que reciben su impacto son chicos que acuden a esuelas rurales”, evaluó Flores en diálogo con RecintoNet y puntualizó que “el sistema educativo no se agota en la cuestión docente o salarial, debe mirar por otros temas que hacen también a la calidad educativa”.
“Luego añadió: "Tengo especial preocupación por el tema ambiental y fundamentalmente por las consecuencias del uso indiscriminado de estos productos. Es necesario trabajar estas propuestas”, opinó Flores y recordó que las modificaciones a la Ley de Plaguicidas que aprobó Diputados nunca recibieron sanción definitiva.
La iniciativa de De la Fuente busca evitar el impacto que tiene el uso de agroquímicos sobre la salud de la población, comprobada por científicos del Conicet. Así, prohíbe la aplicación aérea de productos, químicos o biológicos, destinados al uso agropecuario en el control de insectos, ácaros, hongos o plantas silvestres, de interés agrícola y/o forestal, cualquiera sea el producto activo o formulado así como su dosis.
Además, la aplicación terrestre deberá hacerse dentro de un radio de 1.000 metros a partir del límite de las plantas urbanas y periurbanas en todo el territorio provincial.
Según su autor la idea se fundamenta en “consideraciones acerca del actual modelo productivo agrario, el que se sustenta en la producción agro-industrial de granos de generación biotecnológica o transgénicos u organismos genéticamente manipulados (OGM), lo cual conlleva la utilización de cantidades crecientes de plaguicidas que estarían afectando seriamente la salud de la población”.
Tomó como referencia los estudios realizados por el investigador del Conicet y jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA, Andrés Carrasco, quien concluyó que las “concentraciones ínfimas de glifosato” utilizadas en la agricultura “son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión” hasta interferir en los mecanismos normales del desarrollo.
“Me preocupa el tema de las fumigaciones y el uso de los agroquímicos y más aún si tenemos en cuenta que muchas veces los que reciben su impacto son chicos que acuden a esuelas rurales”, evaluó Flores en diálogo con RecintoNet y puntualizó que “el sistema educativo no se agota en la cuestión docente o salarial, debe mirar por otros temas que hacen también a la calidad educativa”.
“Luego añadió: "Tengo especial preocupación por el tema ambiental y fundamentalmente por las consecuencias del uso indiscriminado de estos productos. Es necesario trabajar estas propuestas”, opinó Flores y recordó que las modificaciones a la Ley de Plaguicidas que aprobó Diputados nunca recibieron sanción definitiva.
La iniciativa de De la Fuente busca evitar el impacto que tiene el uso de agroquímicos sobre la salud de la población, comprobada por científicos del Conicet. Así, prohíbe la aplicación aérea de productos, químicos o biológicos, destinados al uso agropecuario en el control de insectos, ácaros, hongos o plantas silvestres, de interés agrícola y/o forestal, cualquiera sea el producto activo o formulado así como su dosis.
Además, la aplicación terrestre deberá hacerse dentro de un radio de 1.000 metros a partir del límite de las plantas urbanas y periurbanas en todo el territorio provincial.
Según su autor la idea se fundamenta en “consideraciones acerca del actual modelo productivo agrario, el que se sustenta en la producción agro-industrial de granos de generación biotecnológica o transgénicos u organismos genéticamente manipulados (OGM), lo cual conlleva la utilización de cantidades crecientes de plaguicidas que estarían afectando seriamente la salud de la población”.
Tomó como referencia los estudios realizados por el investigador del Conicet y jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la UBA, Andrés Carrasco, quien concluyó que las “concentraciones ínfimas de glifosato” utilizadas en la agricultura “son capaces de producir efectos negativos en la morfología del embrión” hasta interferir en los mecanismos normales del desarrollo.