Nota de opinión
Desde el Frente Progresista tildan como "nuevo problema" al asfaltado del camino viejo a San Justo
El ex candidato a concejal por el Frente Progresista, Oscar Treppo, señaló que el asfaltado del ex camino a San Justo representa un nuevo peligro para los vecinos de la zona por las altas velocidades en las que circulan los vehículos. Lea el texto.
02.08.2012 | 10:13
A continuación, Babel publica la columna de opinón textual:
Seguimos bajo los efectos de adormecimiento, del no compromiso, de pensar “a mi no me va a pasar” de lo que solo salimos con las tragedias.
No parece provocarnos inquietud que se continúen aplicando métodos como el que sintetizó el ex intendente (Marcelo) Bisogni cuando expresara “nosotros hacemos obras. Si tienen errores después los corregimos”.
El problema es que, hasta corregir los errores ocurren accidentes que cuestan vidas. Y decir vidas no es sólo la muerte sino perder lo que uno armó en su existencia y que se lo llevan en un momento y le dejan a cambio otra para la cual no se está preparado.
La alternativa a esto es simple: pensar, ser inteligente, planificar, convocar a los que saben, escuchar a los que usan. La planificación de una obra debe considerar su posterior uso. Es necesario “poner los caballos delante del carro”.
Hoy nos preocupa la recta principal de este autódromo en el que hemos convertido a nuestra ciudad: el recientemente asfaltado camino viejo a San Justo, usado por conductores que quieren escaparle a los semáforos y limitaciones para poder desarrollar asombrosas velocidades en esas zonas pobladas.
Un nuevo problema para agregar a los innumerables con los que ya contamos. La solución –una vez más hay que decirlo- es hacer respetar la ley y esto se logra con ejemplo y control. Seguramente la “solución” terminará siendo los lomos de burro que es esperable que al menos sean eficientes y no destructivos.
Mientras tanto, los que nos preocupan los problemas de todos, seguimos esperando que los caballos tiren del carro para así, tener la posibilidad de poder ayudar empujando. Hoy, los caballos empujan y a los demás no se nos permite otra cosa que mirar y rezar porque no nos pase nada.
¿O me equivoco?
(*) Oscar Treppo, ex candidato a concejal por el Frente Progresista, Cívico y Social.
Seguimos bajo los efectos de adormecimiento, del no compromiso, de pensar “a mi no me va a pasar” de lo que solo salimos con las tragedias.
No parece provocarnos inquietud que se continúen aplicando métodos como el que sintetizó el ex intendente (Marcelo) Bisogni cuando expresara “nosotros hacemos obras. Si tienen errores después los corregimos”.
El problema es que, hasta corregir los errores ocurren accidentes que cuestan vidas. Y decir vidas no es sólo la muerte sino perder lo que uno armó en su existencia y que se lo llevan en un momento y le dejan a cambio otra para la cual no se está preparado.
La alternativa a esto es simple: pensar, ser inteligente, planificar, convocar a los que saben, escuchar a los que usan. La planificación de una obra debe considerar su posterior uso. Es necesario “poner los caballos delante del carro”.
Hoy nos preocupa la recta principal de este autódromo en el que hemos convertido a nuestra ciudad: el recientemente asfaltado camino viejo a San Justo, usado por conductores que quieren escaparle a los semáforos y limitaciones para poder desarrollar asombrosas velocidades en esas zonas pobladas.
Un nuevo problema para agregar a los innumerables con los que ya contamos. La solución –una vez más hay que decirlo- es hacer respetar la ley y esto se logra con ejemplo y control. Seguramente la “solución” terminará siendo los lomos de burro que es esperable que al menos sean eficientes y no destructivos.
Mientras tanto, los que nos preocupan los problemas de todos, seguimos esperando que los caballos tiren del carro para así, tener la posibilidad de poder ayudar empujando. Hoy, los caballos empujan y a los demás no se nos permite otra cosa que mirar y rezar porque no nos pase nada.
¿O me equivoco?
(*) Oscar Treppo, ex candidato a concejal por el Frente Progresista, Cívico y Social.