Universitarias
“Autonomía, pero no neutralidad”, es la consigna de la nueva FUA en la que participan entrerrianos
Universitarios de Entre Ríos participaron de un encuentro con el objetivo de conformar una nueva Federación Universitaria Argentina, en oposición a la que conducida por sectores de Franja Morada. Participaron La Cámpora, el Evita y JP Descamisados.
27.08.2012 | 17:11
“A partir de la ruptura del espacio vaciado de participación y el negociado de la Federación Universitaria Argentina que conduce Franja Morada, el movimiento estudiantil universitario transcurre un fuerte proceso de conformación del Espacio por la FUA de los Estudiantes”, afirmaron las agrupaciones entrerrianas que integran la fuerza.
Desde esa ruptura, la FUER (Entre Ríos) promovió “múltiples instancias de diálogo y debate donde participaron diversas fuerzas políticas universitarias, algunas de las cuales reconocidas por su carácter kirchnerista y otras con fuerte militancia que se definen como independientes, con el objeto de ampliar y asegurar la participación de todos los sectores”.
Encuentro
“El descreimiento de la FUA Morada se ha impuesto como una clara motivación que permitió a los estudiantes unirse y organizarse para asumir el desafío de conformar un nuevo espacio gremial, que represente a todos los estudiantes, transparente, plural, inclusivo, que asegure el debate respetando la diversidad de opiniones, que no genere solo discursos sino también que haga de este espacio gremial una verdadera herramienta de transformación para la dignidad de los estudiantes, comprometida con el Pueblo y el desarrollo del País y la Patria Latinoamericana”, se argumentó.
Con ese fin se hizo el encuentro del 25 de Agosto en Córdoba, donde se hicieron presentes estudiantes de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. Entre las organizaciones que concurrieron se puede resaltar la importante participación de La Cámpora Universidad Entre Ríos y JP- Descamisados. Además participaron del encuentro, la JP-Evita, Movimiento Juan Domingo Perón, PCCE, CEU (Facultad de Bromatología -UNER-), Renovadora (Facultad de Salud -UNER-), FJC, Estudiantes de Administración -UNER-, estudiantes de UADER, entre otros.
El documento de Córdoba
Los participantes rubricaron un texto en el que se fundamenta la ruptura de la FUA, se fijan rumbos para la tarea de acción política en la Universidad y se defienden las políticas en materia de educación de las gestiones K.
“El movimiento estudiantil ha nacido y se ha desarrollado al calor de las luchas. El luchar por una sociedad más justa e igualitaria ha sido el histórico legado de generaciones de juventudes que dieron su vida por esa construcción. En ese sentido, la nuestra, la generación de jóvenes del bicentenario, ha entrado en la escena política con el firme afán de retomar las banderas de transformación, de los desposeídos, de las masas de descamisados que tomaron la plaza reclamando por una Argentina con soberanía política, independencia económica y justicia social”, historiza el texto al que accedió Página Política.
“Esa justicia social que implica, ni más ni menos, la participación de la gran masa del pueblo en la definición de las políticas de esta gran nación, que es Argentina en su forma pero Latinoamericana y Caribeña en toda su extensión y contenido”, continúa
“Esa participación en la definición de las políticas es la que durante años el movimiento estudiantil argentino ha reclamado de su Federación Universitaria y que sistemáticamente la Franja Morada y sus cómplices –por izquierda y por derecha- no han hecho más que subsumir, despreciar, desconocer”, cuestionaron los participantes del encuentro.
Afirman que “el sol no puede taparse con las manos”. “Hemos llegado aquí, a la Universidad de la Reforma, la de los 400 años, la de la Ciudad Universitaria construida al calor de la gratuidad de la enseñanza, a la ciudad universitaria que con sus masas de estudiantes marchó codo a codo con los trabajadores en aquel glorioso mayo del 69´. Hemos llegado aquí a decir el movimiento estudiantil es otra cosa, cualitativamente es otra cosa muy distinta a esa burocracia que expresa hoy la Federación Universitaria Argentina, usurpada ilegítima y fraudulentamente por una juventud vieja de ideas, conservadora en sus principios, fósil y ciega a los avances que los pueblos latinoamericanos han decidido emprender a partir de la recuperación de sus estados con políticas públicas para todos y todas”, dispararon las agrupaciones K.
Avances y cosas pendientes
“Es así que nuestro sistema universitario argentino ha experimentado grandes avances a partir de esta firme decisión del Estado de apostar a la recuperación de las universidades nacionales, a la creación de nuevas universidades de raigambre popular, a la creación de programas de becas y voluntariados universitarios que han tendido nuevos puentes con los sectores populares. Sin embargo, sería de necios negar que aún debemos avanzar en el desarrollo de políticas que profundicen el carácter popular de los planes de estudios, de la política científica y de vinculación con la sociedad”, se argumentó y se añadió que “aún hoy subsiste la matriz ideológica implantada por el neoliberalismo en la producción de conocimientos, en la formación de profesionales. Y esto es, en gran medida permitido a partir de la ya anacrónica y perimida Ley de Educación Superior aprobada en la década de los 90´s y que, a pesar de las profundas transformaciones que está atravesando nuestra sociedad, aún subsiste pese a todo”.
“Debemos entonces articular un movimiento estudiantil vinculado a las organizaciones sociales, sindicales, de desocupados, de campesinos, de indígenas, para que este nuevo paradigma de ciencia, de Universidad Popular, de formación de profesionales, realmente incluya en las decisiones y en la configuración de las políticas a todos los actores que constituyen la gran masa del Pueblo Argentino y Latinoamericano”, dijeron.
En ese marco, consideraron perentorio “redefinir el concepto de extensión” para pensarla como “la articulación de la universidad con el pueblo, no entendiendo a la universidad como la poseedora y depositaria del saber, sino como un actor más, importante sí pero no el único en el proceso de construcción de conocimiento que debe ser dialéctico para no caer en el simple academicismo y cientificismo ajenos a las verdaderas necesidades del pueblo, de las comunidades”.
“Para ello se deberán favorecer las prácticas sociocomunitarias obligatorias en los planes de estudio como manera de acercar al estudiante a los problemas concretos y, a partir del desarrollo conjunto de las soluciones, concretar un proceso de una política académica de, desde y para el gran campo del Pueblo -cooperativas, pymes, organizaciones sociales, etcétera”, postularon.
También exhortaron a pensar de otro modo la idea de autonomía para entenderla “no como la desvinculación de la Universidad con el Pueblo -para caer en la dictadura de los mercados-, sino como actor que participe activamente en el diseño y en la ejecución de políticas de Estado activas para la recuperación de los derechos de todos y todas”. “Por ello, la autonomía es fundamental, pero no la neutralidad ante los procesos que convierten a veces a muchos sectores en agentes de la reacción al mantenerse ajenos a los avances que los pueblos con sus luchas están conquistando”.
“La FUA deberá ser partícipe de los procesos provinciales y regionales del movimiento estudiantil, para construir así, desde las bases y con Real conocimiento de las vicisitudes de los estudiantes de todas las regiones del país, una política gremial de alcance nacional que se construya así, desde las bases y no como actualmente a partir de reuniones cerradas que no sirven, realmente, de nada. De esta forma, a partir de las luchas gremiales –becas, comedor, política cultural, de deportes, boleto, bandas horarias, de articulación con los sectores de la educación media, de ingreso y permanencia al sistema universitaria a partir de la contención y acompañamiento, etc.- particulares se deberá pasar a ver las causas reales de los problemas y dar así las discusiones políticas urgentes que solucionarán los problemas de índole gremial pero también sus verdaderas causas que se hallan en las reminiscencias neoliberales que aún subsisten en el sistema universitario nacional”, cuestionaron.
“Tenemos la firme convicción que debemos construir una organización estudiantil, de alcance nacional, que contenga a todas las fuerzas políticas, con reglas claras, con mecanismos de debate continuo que permitan al conjunto de las organizaciones estudiantiles, nucleadas en centros y federaciones regionales Reconocidas y normalizadas, participar democráticamente en las discusiones. No habrá, porque no está en la génesis nuestra, la de los estudiantes argentinos, procesos de violencia, de segregación, de discriminación como los que realizan la Franja Morada y sus cómplices actualmente. Y repetimos, queremos que todos participen, con reglas claras de participación, de una FUA democrática, participativa y de los estudiantes que funcione como una herramienta efectiva de transformación social”, concluye el texto.
Desde esa ruptura, la FUER (Entre Ríos) promovió “múltiples instancias de diálogo y debate donde participaron diversas fuerzas políticas universitarias, algunas de las cuales reconocidas por su carácter kirchnerista y otras con fuerte militancia que se definen como independientes, con el objeto de ampliar y asegurar la participación de todos los sectores”.
Encuentro
“El descreimiento de la FUA Morada se ha impuesto como una clara motivación que permitió a los estudiantes unirse y organizarse para asumir el desafío de conformar un nuevo espacio gremial, que represente a todos los estudiantes, transparente, plural, inclusivo, que asegure el debate respetando la diversidad de opiniones, que no genere solo discursos sino también que haga de este espacio gremial una verdadera herramienta de transformación para la dignidad de los estudiantes, comprometida con el Pueblo y el desarrollo del País y la Patria Latinoamericana”, se argumentó.
Con ese fin se hizo el encuentro del 25 de Agosto en Córdoba, donde se hicieron presentes estudiantes de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y La Pampa. Entre las organizaciones que concurrieron se puede resaltar la importante participación de La Cámpora Universidad Entre Ríos y JP- Descamisados. Además participaron del encuentro, la JP-Evita, Movimiento Juan Domingo Perón, PCCE, CEU (Facultad de Bromatología -UNER-), Renovadora (Facultad de Salud -UNER-), FJC, Estudiantes de Administración -UNER-, estudiantes de UADER, entre otros.
El documento de Córdoba
Los participantes rubricaron un texto en el que se fundamenta la ruptura de la FUA, se fijan rumbos para la tarea de acción política en la Universidad y se defienden las políticas en materia de educación de las gestiones K.
“El movimiento estudiantil ha nacido y se ha desarrollado al calor de las luchas. El luchar por una sociedad más justa e igualitaria ha sido el histórico legado de generaciones de juventudes que dieron su vida por esa construcción. En ese sentido, la nuestra, la generación de jóvenes del bicentenario, ha entrado en la escena política con el firme afán de retomar las banderas de transformación, de los desposeídos, de las masas de descamisados que tomaron la plaza reclamando por una Argentina con soberanía política, independencia económica y justicia social”, historiza el texto al que accedió Página Política.
“Esa justicia social que implica, ni más ni menos, la participación de la gran masa del pueblo en la definición de las políticas de esta gran nación, que es Argentina en su forma pero Latinoamericana y Caribeña en toda su extensión y contenido”, continúa
“Esa participación en la definición de las políticas es la que durante años el movimiento estudiantil argentino ha reclamado de su Federación Universitaria y que sistemáticamente la Franja Morada y sus cómplices –por izquierda y por derecha- no han hecho más que subsumir, despreciar, desconocer”, cuestionaron los participantes del encuentro.
Afirman que “el sol no puede taparse con las manos”. “Hemos llegado aquí, a la Universidad de la Reforma, la de los 400 años, la de la Ciudad Universitaria construida al calor de la gratuidad de la enseñanza, a la ciudad universitaria que con sus masas de estudiantes marchó codo a codo con los trabajadores en aquel glorioso mayo del 69´. Hemos llegado aquí a decir el movimiento estudiantil es otra cosa, cualitativamente es otra cosa muy distinta a esa burocracia que expresa hoy la Federación Universitaria Argentina, usurpada ilegítima y fraudulentamente por una juventud vieja de ideas, conservadora en sus principios, fósil y ciega a los avances que los pueblos latinoamericanos han decidido emprender a partir de la recuperación de sus estados con políticas públicas para todos y todas”, dispararon las agrupaciones K.
Avances y cosas pendientes
“Es así que nuestro sistema universitario argentino ha experimentado grandes avances a partir de esta firme decisión del Estado de apostar a la recuperación de las universidades nacionales, a la creación de nuevas universidades de raigambre popular, a la creación de programas de becas y voluntariados universitarios que han tendido nuevos puentes con los sectores populares. Sin embargo, sería de necios negar que aún debemos avanzar en el desarrollo de políticas que profundicen el carácter popular de los planes de estudios, de la política científica y de vinculación con la sociedad”, se argumentó y se añadió que “aún hoy subsiste la matriz ideológica implantada por el neoliberalismo en la producción de conocimientos, en la formación de profesionales. Y esto es, en gran medida permitido a partir de la ya anacrónica y perimida Ley de Educación Superior aprobada en la década de los 90´s y que, a pesar de las profundas transformaciones que está atravesando nuestra sociedad, aún subsiste pese a todo”.
“Debemos entonces articular un movimiento estudiantil vinculado a las organizaciones sociales, sindicales, de desocupados, de campesinos, de indígenas, para que este nuevo paradigma de ciencia, de Universidad Popular, de formación de profesionales, realmente incluya en las decisiones y en la configuración de las políticas a todos los actores que constituyen la gran masa del Pueblo Argentino y Latinoamericano”, dijeron.
En ese marco, consideraron perentorio “redefinir el concepto de extensión” para pensarla como “la articulación de la universidad con el pueblo, no entendiendo a la universidad como la poseedora y depositaria del saber, sino como un actor más, importante sí pero no el único en el proceso de construcción de conocimiento que debe ser dialéctico para no caer en el simple academicismo y cientificismo ajenos a las verdaderas necesidades del pueblo, de las comunidades”.
“Para ello se deberán favorecer las prácticas sociocomunitarias obligatorias en los planes de estudio como manera de acercar al estudiante a los problemas concretos y, a partir del desarrollo conjunto de las soluciones, concretar un proceso de una política académica de, desde y para el gran campo del Pueblo -cooperativas, pymes, organizaciones sociales, etcétera”, postularon.
También exhortaron a pensar de otro modo la idea de autonomía para entenderla “no como la desvinculación de la Universidad con el Pueblo -para caer en la dictadura de los mercados-, sino como actor que participe activamente en el diseño y en la ejecución de políticas de Estado activas para la recuperación de los derechos de todos y todas”. “Por ello, la autonomía es fundamental, pero no la neutralidad ante los procesos que convierten a veces a muchos sectores en agentes de la reacción al mantenerse ajenos a los avances que los pueblos con sus luchas están conquistando”.
“La FUA deberá ser partícipe de los procesos provinciales y regionales del movimiento estudiantil, para construir así, desde las bases y con Real conocimiento de las vicisitudes de los estudiantes de todas las regiones del país, una política gremial de alcance nacional que se construya así, desde las bases y no como actualmente a partir de reuniones cerradas que no sirven, realmente, de nada. De esta forma, a partir de las luchas gremiales –becas, comedor, política cultural, de deportes, boleto, bandas horarias, de articulación con los sectores de la educación media, de ingreso y permanencia al sistema universitaria a partir de la contención y acompañamiento, etc.- particulares se deberá pasar a ver las causas reales de los problemas y dar así las discusiones políticas urgentes que solucionarán los problemas de índole gremial pero también sus verdaderas causas que se hallan en las reminiscencias neoliberales que aún subsisten en el sistema universitario nacional”, cuestionaron.
“Tenemos la firme convicción que debemos construir una organización estudiantil, de alcance nacional, que contenga a todas las fuerzas políticas, con reglas claras, con mecanismos de debate continuo que permitan al conjunto de las organizaciones estudiantiles, nucleadas en centros y federaciones regionales Reconocidas y normalizadas, participar democráticamente en las discusiones. No habrá, porque no está en la génesis nuestra, la de los estudiantes argentinos, procesos de violencia, de segregación, de discriminación como los que realizan la Franja Morada y sus cómplices actualmente. Y repetimos, queremos que todos participen, con reglas claras de participación, de una FUA democrática, participativa y de los estudiantes que funcione como una herramienta efectiva de transformación social”, concluye el texto.
Fuente: Página Política