Cris pasión y no la mentira de crispasión
Por Agustín Bordagaray (*) ...Lo vivido en la noche del 24 de Marzo termina por desbaratar la mentira de que el gobierno fomentaba a sus seguidores a adueñarse de las calles; a callar otras voves .... A pocas cuadras (no más de diez) gente de diferentes pensamientos pudieron realizar cada uno sus eventos en paz y respeto. En el obelisco, muchísima gente disfrutó del show de Plácido Domingo. En la plaza de Mayo, otros tantos, recordaron el aniversario del Golpe de Estado, reclamando Verdad y Justicia....
26.03.2011 | 11:44
Mucho se ha escrito y hablado acerca del estilo de hacer política de Nestor y Cristina.
Los “pensadores” de diferentes medios pronosticaron que Argentina entraba irremediablemente en un clima de confrontación a partir de la decisión política de los presidentes que todos los temas de debatan de cara a la sociedad.
Las movilizaciones, reclamos populares y sectoriales terminarían en un país sitiado por las ordas salvajes que tomarían las calles impidiendo que la “gente de bien” circulara con tranquilidad y seguridad. Todo ello promovido desde el estado.
Los festejos del bicentenario dieron por tierra con ese pensamiento, ya que las movilizaciones que hubo en todo el país se hicieron en orden, con alegría y sin molestar a nadie.
Entonces se cambió el discurso diciendo que en realidad la calle pertenecía a los jóvenes K, y que el resto era ajeno a esta celebración.
Con las movilizaciones por la muerte de Nestor se reforzó el discurso, acusando al gobierno de fomentar a sus adeptos para que ganen la calle, incluso, denunciando el armado de un show a partir del velatorio del líder.
Lo vivido en la noche del 24 de Marzo termina por desbaratar esta mentira.
A pocas cuadras (no más de diez) gente de diferentes pensamientos pudieron realizar cada uno sus eventos –ambos multitudinarios- en paz y respeto.
En el obelisco, muchísima gente disfrutó del show de Plácido Domingo.
En la plaza de Mayo, otros tantos, recordaron el aniversario del Golpe de Estado, reclamando Verdad y Justicia.
Dos públicos para diferentes motivos.
Impensable hace unos años atrás.
En ese sector de la ciudad de Buenos Aires, no hace mucho, morían jóvenes a manos de un estado represor por reclamar por comida.
Hoy, sectores diferentes, con organizaciones diferentes, disfrutaron, cada uno a su manera, de los espectáculos que se brindaron.
Y, cada uno de ellos en paz y seguridad.
Esta forma de hacer política, al lado de la gente, es la que modificó los comportamientos.
La crispación que hablaban los pronosticadores del holocausto se transformó en la pasión de todos los sectores de la sociedad y la tranquilidad de expresarlo a viva voz, en la calle y seguros.
(*) El autor es secretario de Hacienda del municipio de Concepción del Uruguay.
Comunicados a: contacto@babeldigital.com.ar
Los “pensadores” de diferentes medios pronosticaron que Argentina entraba irremediablemente en un clima de confrontación a partir de la decisión política de los presidentes que todos los temas de debatan de cara a la sociedad.
Las movilizaciones, reclamos populares y sectoriales terminarían en un país sitiado por las ordas salvajes que tomarían las calles impidiendo que la “gente de bien” circulara con tranquilidad y seguridad. Todo ello promovido desde el estado.
Los festejos del bicentenario dieron por tierra con ese pensamiento, ya que las movilizaciones que hubo en todo el país se hicieron en orden, con alegría y sin molestar a nadie.
Entonces se cambió el discurso diciendo que en realidad la calle pertenecía a los jóvenes K, y que el resto era ajeno a esta celebración.
Con las movilizaciones por la muerte de Nestor se reforzó el discurso, acusando al gobierno de fomentar a sus adeptos para que ganen la calle, incluso, denunciando el armado de un show a partir del velatorio del líder.
Lo vivido en la noche del 24 de Marzo termina por desbaratar esta mentira.
A pocas cuadras (no más de diez) gente de diferentes pensamientos pudieron realizar cada uno sus eventos –ambos multitudinarios- en paz y respeto.
En el obelisco, muchísima gente disfrutó del show de Plácido Domingo.
En la plaza de Mayo, otros tantos, recordaron el aniversario del Golpe de Estado, reclamando Verdad y Justicia.
Dos públicos para diferentes motivos.
Impensable hace unos años atrás.
En ese sector de la ciudad de Buenos Aires, no hace mucho, morían jóvenes a manos de un estado represor por reclamar por comida.
Hoy, sectores diferentes, con organizaciones diferentes, disfrutaron, cada uno a su manera, de los espectáculos que se brindaron.
Y, cada uno de ellos en paz y seguridad.
Esta forma de hacer política, al lado de la gente, es la que modificó los comportamientos.
La crispación que hablaban los pronosticadores del holocausto se transformó en la pasión de todos los sectores de la sociedad y la tranquilidad de expresarlo a viva voz, en la calle y seguros.
(*) El autor es secretario de Hacienda del municipio de Concepción del Uruguay.
Comunicados a: contacto@babeldigital.com.ar
