A la juventud democrática
Por Héctor Cacho Rodríguez (*). Nuestras generaciones conocieron la Argentina autoritaria, violenta, dictatorial oprimida. Vuestro desafío, jóvenes, y el nuestro es contar que alguna vez fue así, y que no queremos que vuelvan las dictaduras ni tampoco una democracia con límites a las libertades.
31.03.2011 | 20:20
Entendemos que el presente de nuestra democracia nos brinda el campo propicio sobre el cual construir un futuro mejor para las próximas generaciones; el país de la libertad y la equidad continúa siendo un desafío. A 27 años de nuestra recuperada democracia, reforzamos la convocatoria a la juventud al diálogo y la participación para que desde el reconocimiento de las diferencias construyamos la adultez de este sistema de gobierno.
El desafío de los jóvenes del siglo XXI, es luchar en todos los niveles, universitarios, secundarios y de capacitación laboral, poniendo el acento en la capacitación docente, mejorar las partidas para la investigación, para conseguir un nivel mas alto de conocimientos, estimular métodos que lleven a un contacto mas fértil entre profesores y alumnos, patrones y obreros.
Debemos entre todos redescubrir la reforma universitaria de 1918, símbolo histórico de la militancia estudiantil, que sirvió para inyectar libertad, democracia, progreso e inserción social.
Debemos militar y trabajar para garantizar la alternancia democrática en todos los niveles institucionales, para que haya sujetos democráticos, porque solo así podrán sobrevivir las instituciones.
A la luz del mensaje del ex presidente Don Raúl Alfonsín, la preocupación social y política del radicalismo, se orienta al desarrollo auténtico del hombre y de la sociedad, que respete y promueva en toda su dimensión la persona humana y las instituciones de la República.
Pedimos hoy, muy especialmente a la juventud, que manifiesten a través de los partidos políticos sus opiniones y propuestas, de manera que estos puedan actualizarse y donde nuestra generación también les otorgue el espacio que ustedes piden, aunque piensen distinto. Fortalecido este vínculo entre los ciudadanos, podremos derrotar la miseria de la corrupción, alimentada por la falta de compromiso y el individualismo del “sálvese quien pueda”.
Por lo antes mencionado, ponemos a consideración dos objetivos: revalorizar los partidos políticos y consolidar su continuidad en constante renovación.
El signo más positivo de la juventud es la creciente conciencia solidaria, fortaleza que también le pedimos que la encaucen a través de la participación en la política.
Debemos militar por todos los medios disponibles la “responsabilidad de la participación ciudadana”.
Teniendo en cuenta que, como toda sociedad, los uruguayenses somos testigos de escenarios de esperanza y felicidad y otros no tanto,… temor, corrupción, denigración de la persona, merece que todos y sobre todo la juventud, alce la voz, que haga oir a los débiles, siendo defensores de los derechos humanos, y ambientales, luchando a favor de la dignidad de la mujer, denunciando la trata y el tráfico de personas, mujeres y niños que trabajan forzados y engañados.
Jóvenes: luchemos todos juntos, sin barreras generacionales, por la libertad, la dignidad y la democracia como estilo de vida.
(*) Dirigente radical y pre candidato a Senador Provincial.
El desafío de los jóvenes del siglo XXI, es luchar en todos los niveles, universitarios, secundarios y de capacitación laboral, poniendo el acento en la capacitación docente, mejorar las partidas para la investigación, para conseguir un nivel mas alto de conocimientos, estimular métodos que lleven a un contacto mas fértil entre profesores y alumnos, patrones y obreros.
Debemos entre todos redescubrir la reforma universitaria de 1918, símbolo histórico de la militancia estudiantil, que sirvió para inyectar libertad, democracia, progreso e inserción social.
Debemos militar y trabajar para garantizar la alternancia democrática en todos los niveles institucionales, para que haya sujetos democráticos, porque solo así podrán sobrevivir las instituciones.
A la luz del mensaje del ex presidente Don Raúl Alfonsín, la preocupación social y política del radicalismo, se orienta al desarrollo auténtico del hombre y de la sociedad, que respete y promueva en toda su dimensión la persona humana y las instituciones de la República.
Pedimos hoy, muy especialmente a la juventud, que manifiesten a través de los partidos políticos sus opiniones y propuestas, de manera que estos puedan actualizarse y donde nuestra generación también les otorgue el espacio que ustedes piden, aunque piensen distinto. Fortalecido este vínculo entre los ciudadanos, podremos derrotar la miseria de la corrupción, alimentada por la falta de compromiso y el individualismo del “sálvese quien pueda”.
Por lo antes mencionado, ponemos a consideración dos objetivos: revalorizar los partidos políticos y consolidar su continuidad en constante renovación.
El signo más positivo de la juventud es la creciente conciencia solidaria, fortaleza que también le pedimos que la encaucen a través de la participación en la política.
Debemos militar por todos los medios disponibles la “responsabilidad de la participación ciudadana”.
Teniendo en cuenta que, como toda sociedad, los uruguayenses somos testigos de escenarios de esperanza y felicidad y otros no tanto,… temor, corrupción, denigración de la persona, merece que todos y sobre todo la juventud, alce la voz, que haga oir a los débiles, siendo defensores de los derechos humanos, y ambientales, luchando a favor de la dignidad de la mujer, denunciando la trata y el tráfico de personas, mujeres y niños que trabajan forzados y engañados.
Jóvenes: luchemos todos juntos, sin barreras generacionales, por la libertad, la dignidad y la democracia como estilo de vida.
(*) Dirigente radical y pre candidato a Senador Provincial.