Gremiales uruguayenses
Tres Arroyos: planta cerrada hasta la firma del acuerdo
El frigorífico Tres Arroyos continuará cerrado, y sus trabajadores sin poder entrar a la planta, hasta que el sindicato de la Alimentación -con sede en Concepción del Uruguay- y los propietarios de la empresa no firmen un acuerdo en donde se garantice el desarrollo normal de actividades por parte de los empleados. Por otro lado, desde el gremio quieren tener la seguridad de que no habrá ningún despido por las meddas de protestas que culminaron ayer por la mañana.
22.04.2011 | 10:45
Según publicó esta mañana el diario La Calle, la crisis que derivó en el cierre de la planta La China, de Granja Tres Arroyos, aún no ha concluido. Pese a lo expresado por dirigentes sindicales, desde la empresa advirtieron que no habrá reapertura hasta tanto se firme un documento para garantizar la normalización de las actividades.
El periódico dialogó ayer a la tarde con el gerente de la planta, Francisco Tamay, quien advirtió que “la planta estará cerrada hasta tanto se firme en el ministerio de Trabajo el compromiso por parte del Sindicato, que los trabajadores realizarán su trabajo en forma normal y habitual, como asimismo se garantice la paz social dentro de la planta”. También informó que ayer, con la quincena correspondiente, se les abonó la parte del aumento que se había estipulado.
Por la mañana, se había realizado una asamblea de los trabajadores en el Club Lanús. Participaron Roberto Domenech, presidente de la Cámara de Empresarios de Productores Avícolas (CEPA), empleados del frigorífico y los miembros del Sindicato de la Alimentación que representan a los empleados del ramo, encabezados por el secretario general Mario Eduardo Barrios.
Consultado por LACALLE, Barrios informó que se arribó a la solución “al dar un paso al costado con la medida que se llevaba adelante”. Esta medida constituía en el trabajo “a desgano” en rechazo de la forma de pago del aumento acordado del 35 por ciento, y una asamblea informativa diaria, situación que se mantuvo por cuatro días. Hizo hincapié Barrios en que no había disconformidad en cuanto al monto del aumento, sino en el tiempo en que se realizaría el pago de las cuotas.
En cuanto a las cartas de intimación a trabajar con normalidad que recibieran unos 40 empleados, Barrios dijo que se trató con Domeneche, “que no haya represalias a posteriori, que ninguno de estos empleados resulte despedido después”.
“No hay disconformidad con el aumento, sino que pretendíamos cobrarlo de una sola vez, porque como están las cosas en el país, no sabemos cuánto perderíamos de poder adquisitivo cobrándolo a largo plazo”, adujo Ariel Sayas, secretario administrativo de la comisión del sindicato, quien remarcó que ayer en Lanús, “un 90 por ciento de los empleados estaba de acuerdo con dar un paso al costado con el reclamo y creo que salimos fortalecidos en cuanto a la unidad entre los compañeros”.
El periódico dialogó ayer a la tarde con el gerente de la planta, Francisco Tamay, quien advirtió que “la planta estará cerrada hasta tanto se firme en el ministerio de Trabajo el compromiso por parte del Sindicato, que los trabajadores realizarán su trabajo en forma normal y habitual, como asimismo se garantice la paz social dentro de la planta”. También informó que ayer, con la quincena correspondiente, se les abonó la parte del aumento que se había estipulado.
Por la mañana, se había realizado una asamblea de los trabajadores en el Club Lanús. Participaron Roberto Domenech, presidente de la Cámara de Empresarios de Productores Avícolas (CEPA), empleados del frigorífico y los miembros del Sindicato de la Alimentación que representan a los empleados del ramo, encabezados por el secretario general Mario Eduardo Barrios.
Consultado por LACALLE, Barrios informó que se arribó a la solución “al dar un paso al costado con la medida que se llevaba adelante”. Esta medida constituía en el trabajo “a desgano” en rechazo de la forma de pago del aumento acordado del 35 por ciento, y una asamblea informativa diaria, situación que se mantuvo por cuatro días. Hizo hincapié Barrios en que no había disconformidad en cuanto al monto del aumento, sino en el tiempo en que se realizaría el pago de las cuotas.
En cuanto a las cartas de intimación a trabajar con normalidad que recibieran unos 40 empleados, Barrios dijo que se trató con Domeneche, “que no haya represalias a posteriori, que ninguno de estos empleados resulte despedido después”.
“No hay disconformidad con el aumento, sino que pretendíamos cobrarlo de una sola vez, porque como están las cosas en el país, no sabemos cuánto perderíamos de poder adquisitivo cobrándolo a largo plazo”, adujo Ariel Sayas, secretario administrativo de la comisión del sindicato, quien remarcó que ayer en Lanús, “un 90 por ciento de los empleados estaba de acuerdo con dar un paso al costado con el reclamo y creo que salimos fortalecidos en cuanto a la unidad entre los compañeros”.