Rumbo a las elecciones
Faltan tres semanas para inscribir las alianzas
El proceso electoral ingresa en un período de definiciones de las opciones que en octubre tendrán los entrerrianos. En las próximas tres semanas se configurará el escenario de ofertas electorales, cuando a mitad de mayo se inscriban las alianzas de partidos.
23.04.2011 | 12:58
Sobre la base de tres candidatos a la gobernación en carrera -el gobernador Sergio Urribarri por el PJ, el ex gobernador Jorge Busti por el Peronismo Federal y el diputado Atilio Benedetti por la UCR- en los próximos días se definirá, básicamente, cuál será el perfil de las alianzas electorales que enfrentarán al oficialismo y si de esas resoluciones deriva alguna modificación en los posicionamientos que, según las encuestas conocidas, tienen como favorito al oficialismo y al radicalismo en el tercer lugar.
Justamente, es en la UCR donde más movimiento político se espera de aquí al 16 de mayo, cuando haya que inscribir las alianzas electorales para las internas provinciales del 14 de agosto. En juego estará en estos días la reedición del Acuerdo Cívico y Social, el frente electoral que ganó las últimas elecciones en Entre Ríos, el 28 de junio de 2009. Con la posibilidad ahora de incorporar al Partido Socialista, que en esos comicios compitió por separado.
La de 2009 fue una elección especial, que inesperadamente devolvió la victoria a la UCR, luego de la década de derrotas que dejó el paso de Sergio Montiel por el poder. La lectura que vio ese resultado favorable a la UCR como un castigo al oficialismo en la provincia donde más se hizo sentir la crisis por la aplicación de la resolución 125 resulta acertada ahora, cuando las encuestas muestran a Benedetti en el tercer lugar.
La de 2009 fue, además, una elección legislativa, donde habitualmente hay más espacio para el voto castigo y no se eligen gobernantes. Ahora, lo que se vota son cargos ejecutivos y los resultados en las provincias (Catamarca, Chubut, Salta) parecen confirmar que todavía está muy arraigada en el electorado la idea de que a los radicales no se les puede confiar el gobierno, según opinó el portal Página Política en una columna publicada hoy.
A ese cuadro nacional adverso, Benedetti suma su propia responsabilidad en lo que ha hecho con el triunfo que tuvo en sus manos el 28 de junio de 2009 y que lo catapultó como candidato sin rivales internos para la gobernación. La consecuencia es hoy un partido con frentes internos abiertos, con dirigentes importantes, como el intendente de Maciá, Ricardo Troncoso, quien abiertamente ataca las chances electorales de su propio partido y otros, como Arturo Vera, Fabián Rogel, Hugo Lesca, quienes objetan con dureza la construcción “excluyente” del candidato.
Negociaciones
En esas condiciones, la UCR irá el sábado 7 de mayo a su congreso partidario, que se presenta quizá como la última oportunidad de reacomodar ese desordenado frente interno.
El congreso es para definir la alianza que deberán anotar una semana después. Los socialistas -que fueron dejados de lado por el propio Benedetti en la elección pasada, cuando a pedido de Elisa Carrió y con el apoyo del congreso radical, bajó a la candidata del PS para ubicar en su lugar a Hilma Ré- quieren cerrar para el 16 de mayo un acuerdo de alianza que contenga los lugares a ocupar en las listas que se terminarán inscribiendo con los candidatos respectivos un mes después, el 15 de junio.
La semana pasada, el mismo día en el que se hizo el congreso del PS, el precandidato a intendente por la UCR, Fabián Rogel marcó una posición que expresa una amplia franja dentro de su partido: las alianzas, dijo, se deben hacer para ganar y no para asegurarle alguna banca a los aliados aún perdiendo. Esto es, qué se les ofrezca a los aliados, lugares de la lista que le permitirían acceder a una banca sólo en el caso de una victoria electoral.
En la lista de diputados provinciales (ahora serán 34, con lo cual 18 son para la mayoría y 16 para repartir entre las fuerzas de la minoría), si los socialistas piden del lugar 12 para arriba es porque suponen que Benedetti no gana. Si es así, dijo Rogel, lo más lógico sería que vayan por separado, porque de lo contrario la UCR le estaría aportando estructura y dinero para que lleguen a una banca. En 2009, una elección legislativa, los socialistas se presentaron solos y reunieron en Entre Ríos el 5,6 por ciento de los votos.
Nacionalización Teniendo en cuenta que la elección de octubre se caracterizará por el fuerte arrastre del orden nacional, cerca de Benedetti abrigan la esperanza de recuperar posiciones si es que su candidato a presidente, Ricardo Alfonsín, termina consolidándose como el principal referente nacional de la oposición.
En la misma lógica, observan que Busti paga el costo del “papelón”, como lo calificó el propio Eduardo Duhalde, que ofrece el Peronismo Federal en el orden nacional. Aunque reconocen que Busti es Busti, esto es, el dirigente más importante que dio el peronismo entrerriano, que fue tres veces gobernador y que le lleva varios cuerpos de ventaja a Benedetti en su trabajo de campaña iniciado a mediados del año pasado.
Dicen también que la campaña aún no empezó y que es lógico que de los tres candidatos, Benedetti sea la figura menos conocida en este marco preelectoral.
En las tres semanas que vienen, el candidato radical se juega buena parte de sus posibilidades de recuperación. Dependerá cómo se posiciona Alfonsín; cómo cierra el frente interno en la UCR entrerriana; y cómo resuelve la alianza. En este último punto, a la lógica negociación por espacios de poder se agrega un interesante ingrediente ideológico: si los aliados a la UCR aceptarán que Alfonsín se acerque a De Narváez y Felipe Solá. A Benedetti, en principio, no parece generarle problemas, no muere por la palabra “progresista” en su frente electoral.
Con Macri
Por el lado de la más definida centro derecha, el titular de PRO, Armando Saliva, dijo que la semana próxima intentará sellar un acuerdo electoral con Héctor Maya, principal referente del Peronismo Disidente (PD), que se distingue del Peronismo Federal (PF) por no haber adherido nunca al kirchnerismo.
Saliva vio complicada la posibilidad de avanzar en un acuerdo con el PF que lidera Jorge Busti. Consideró que la decisión del candidato a vicegobernador Jorge Kerz de votar a Fernando Pino Solanas en caso de postularse a la presidencia, condiciona cualquier acuerdo.
En declaraciones a El Heraldo de Concordia, Saliva pidió al PF que “se defina” porque “un día vamos con (Pino) Solanas, otro día con (Eduardo) Duhalde”. Los contactos entre Maya y Saliva llevan más de un año, cuando resolvieron avanzar en acuerdos programáticos en reuniones de las que tomó parte el ex gobernador peronista Mario Moine.
Justamente, es en la UCR donde más movimiento político se espera de aquí al 16 de mayo, cuando haya que inscribir las alianzas electorales para las internas provinciales del 14 de agosto. En juego estará en estos días la reedición del Acuerdo Cívico y Social, el frente electoral que ganó las últimas elecciones en Entre Ríos, el 28 de junio de 2009. Con la posibilidad ahora de incorporar al Partido Socialista, que en esos comicios compitió por separado.
La de 2009 fue una elección especial, que inesperadamente devolvió la victoria a la UCR, luego de la década de derrotas que dejó el paso de Sergio Montiel por el poder. La lectura que vio ese resultado favorable a la UCR como un castigo al oficialismo en la provincia donde más se hizo sentir la crisis por la aplicación de la resolución 125 resulta acertada ahora, cuando las encuestas muestran a Benedetti en el tercer lugar.
La de 2009 fue, además, una elección legislativa, donde habitualmente hay más espacio para el voto castigo y no se eligen gobernantes. Ahora, lo que se vota son cargos ejecutivos y los resultados en las provincias (Catamarca, Chubut, Salta) parecen confirmar que todavía está muy arraigada en el electorado la idea de que a los radicales no se les puede confiar el gobierno, según opinó el portal Página Política en una columna publicada hoy.
A ese cuadro nacional adverso, Benedetti suma su propia responsabilidad en lo que ha hecho con el triunfo que tuvo en sus manos el 28 de junio de 2009 y que lo catapultó como candidato sin rivales internos para la gobernación. La consecuencia es hoy un partido con frentes internos abiertos, con dirigentes importantes, como el intendente de Maciá, Ricardo Troncoso, quien abiertamente ataca las chances electorales de su propio partido y otros, como Arturo Vera, Fabián Rogel, Hugo Lesca, quienes objetan con dureza la construcción “excluyente” del candidato.
Negociaciones
En esas condiciones, la UCR irá el sábado 7 de mayo a su congreso partidario, que se presenta quizá como la última oportunidad de reacomodar ese desordenado frente interno.
El congreso es para definir la alianza que deberán anotar una semana después. Los socialistas -que fueron dejados de lado por el propio Benedetti en la elección pasada, cuando a pedido de Elisa Carrió y con el apoyo del congreso radical, bajó a la candidata del PS para ubicar en su lugar a Hilma Ré- quieren cerrar para el 16 de mayo un acuerdo de alianza que contenga los lugares a ocupar en las listas que se terminarán inscribiendo con los candidatos respectivos un mes después, el 15 de junio.
La semana pasada, el mismo día en el que se hizo el congreso del PS, el precandidato a intendente por la UCR, Fabián Rogel marcó una posición que expresa una amplia franja dentro de su partido: las alianzas, dijo, se deben hacer para ganar y no para asegurarle alguna banca a los aliados aún perdiendo. Esto es, qué se les ofrezca a los aliados, lugares de la lista que le permitirían acceder a una banca sólo en el caso de una victoria electoral.
En la lista de diputados provinciales (ahora serán 34, con lo cual 18 son para la mayoría y 16 para repartir entre las fuerzas de la minoría), si los socialistas piden del lugar 12 para arriba es porque suponen que Benedetti no gana. Si es así, dijo Rogel, lo más lógico sería que vayan por separado, porque de lo contrario la UCR le estaría aportando estructura y dinero para que lleguen a una banca. En 2009, una elección legislativa, los socialistas se presentaron solos y reunieron en Entre Ríos el 5,6 por ciento de los votos.
Nacionalización Teniendo en cuenta que la elección de octubre se caracterizará por el fuerte arrastre del orden nacional, cerca de Benedetti abrigan la esperanza de recuperar posiciones si es que su candidato a presidente, Ricardo Alfonsín, termina consolidándose como el principal referente nacional de la oposición.
En la misma lógica, observan que Busti paga el costo del “papelón”, como lo calificó el propio Eduardo Duhalde, que ofrece el Peronismo Federal en el orden nacional. Aunque reconocen que Busti es Busti, esto es, el dirigente más importante que dio el peronismo entrerriano, que fue tres veces gobernador y que le lleva varios cuerpos de ventaja a Benedetti en su trabajo de campaña iniciado a mediados del año pasado.
Dicen también que la campaña aún no empezó y que es lógico que de los tres candidatos, Benedetti sea la figura menos conocida en este marco preelectoral.
En las tres semanas que vienen, el candidato radical se juega buena parte de sus posibilidades de recuperación. Dependerá cómo se posiciona Alfonsín; cómo cierra el frente interno en la UCR entrerriana; y cómo resuelve la alianza. En este último punto, a la lógica negociación por espacios de poder se agrega un interesante ingrediente ideológico: si los aliados a la UCR aceptarán que Alfonsín se acerque a De Narváez y Felipe Solá. A Benedetti, en principio, no parece generarle problemas, no muere por la palabra “progresista” en su frente electoral.
Con Macri
Por el lado de la más definida centro derecha, el titular de PRO, Armando Saliva, dijo que la semana próxima intentará sellar un acuerdo electoral con Héctor Maya, principal referente del Peronismo Disidente (PD), que se distingue del Peronismo Federal (PF) por no haber adherido nunca al kirchnerismo.
Saliva vio complicada la posibilidad de avanzar en un acuerdo con el PF que lidera Jorge Busti. Consideró que la decisión del candidato a vicegobernador Jorge Kerz de votar a Fernando Pino Solanas en caso de postularse a la presidencia, condiciona cualquier acuerdo.
En declaraciones a El Heraldo de Concordia, Saliva pidió al PF que “se defina” porque “un día vamos con (Pino) Solanas, otro día con (Eduardo) Duhalde”. Los contactos entre Maya y Saliva llevan más de un año, cuando resolvieron avanzar en acuerdos programáticos en reuniones de las que tomó parte el ex gobernador peronista Mario Moine.
