Por Valodia Nichajew
Apostillas de una noche de Concejo
Una vecina que acercó rosarios y Padre Nuestro para algunos concejales, un concejal que sostuvo su posición en base a números poco duros y, finalmente, el público presente que repartió aplausos hacia todos los espacios. Imágenes de una sesión histórica.
22.11.2013 | 07:28
Rosario y Padre Nuestro, pero sólo para algunos
Gabriela Montesino, integrante del grupo de vecinos que rechazaban la iniciativa turística privada, momentos antes de que comience la sesión se acercó a la bancada del FJpV y fue dejando en cada mesa un rosario de madera acompañado por el Padre Nuestro impreso en una tarjeta. Sin embargo, el manto de Cristiandad no fue para todos ya que de las nueve bancas oficialistas, sólo siete tuvieron su respectivo obsequio.
La iniciativa, además, tampoco contempló a los cuatro miembros de la oposición. Así fue que de los 13 Concejales sólo siete contaron con el acompañamiento divino; el resto se tuvo que conformar con el apoyo mundano de los presentes.
Porcentajes por la cabeza
El concejal por la UCR, Carlos Varela, a modo de argumento de su rechazo a la iniciativa se refirió a la situación que se vive en la localidad de Victoria. En este marco afirmó que por el Casino de la ciudad "un porcentaje de vecinos se vio beneficiado". "Pero -agregó- un porcentaje mucho mayor se vio perjudicado por la adicción al juego y demás males."
Los datos no pudieron ser corroborados porque, el edil, no consignó el número concreto del porcentaje de los que se beneficiaron, ni tampoco cual fue el que se perjudicó. Menos aún pudo saberse la cantidad de personas a los que hacía referencia.
Aplausos para todos y todas
El público presente estaba dividido en dos claras partes: los que estaban en contra y los que estaban a favor de la ordenanza. En este sentido, cada vez que uno de los concejales opositores expresaba su postura y adelanataba su voto por la negativa surgían los aplausos desde la derecha del salón, mientras que el lugar se equilibraba cuando hablaba un edil oficialista y anunciaba su apoyo a la ordenanza porque, entonces, los que aplaudían eran los de la izquierda.
--- Redacción de Babel ---
Gabriela Montesino, integrante del grupo de vecinos que rechazaban la iniciativa turística privada, momentos antes de que comience la sesión se acercó a la bancada del FJpV y fue dejando en cada mesa un rosario de madera acompañado por el Padre Nuestro impreso en una tarjeta. Sin embargo, el manto de Cristiandad no fue para todos ya que de las nueve bancas oficialistas, sólo siete tuvieron su respectivo obsequio.
La iniciativa, además, tampoco contempló a los cuatro miembros de la oposición. Así fue que de los 13 Concejales sólo siete contaron con el acompañamiento divino; el resto se tuvo que conformar con el apoyo mundano de los presentes.
Porcentajes por la cabeza
El concejal por la UCR, Carlos Varela, a modo de argumento de su rechazo a la iniciativa se refirió a la situación que se vive en la localidad de Victoria. En este marco afirmó que por el Casino de la ciudad "un porcentaje de vecinos se vio beneficiado". "Pero -agregó- un porcentaje mucho mayor se vio perjudicado por la adicción al juego y demás males."
Los datos no pudieron ser corroborados porque, el edil, no consignó el número concreto del porcentaje de los que se beneficiaron, ni tampoco cual fue el que se perjudicó. Menos aún pudo saberse la cantidad de personas a los que hacía referencia.
Aplausos para todos y todas
El público presente estaba dividido en dos claras partes: los que estaban en contra y los que estaban a favor de la ordenanza. En este sentido, cada vez que uno de los concejales opositores expresaba su postura y adelanataba su voto por la negativa surgían los aplausos desde la derecha del salón, mientras que el lugar se equilibraba cuando hablaba un edil oficialista y anunciaba su apoyo a la ordenanza porque, entonces, los que aplaudían eran los de la izquierda.
--- Redacción de Babel ---