Reforma electoral
Quien gana la interna elegiría, entre los perdedores, a su compañero de fórmula
La reforma electoral sigue su marcha desde que el Gobernador la anunció en su discurso ante la legislatura. En este marco, el uruguayense José Eduardo Lauritto es uno de los dirigentes que trabaja en el conjunto de dirigentes que la piensan. Se cambiaría el modo de elegir la fórmula de Gobernador.
10.03.2014 | 10:35
El que gana conduce y el que pierde acompaña es uno de los mandamientos peronistas. En el actual tablero, el precepto viene bien pero no alcanza. El contexto de la interna oficialista requiere sembrar expectativas en campo derrotado.
Contener y llevar hasta el final del proceso electoral a la tropa más gruesa posible es la premisa que inspira todos los borradores de reforma política que se ensayan en no más de cinco o seis despachos del oficialismo.
Uno de los anteproyectos que se elaboran en ese pequeño laboratorio –del que no son parte más que un puñado de asesores como Rosario Romero, Julio Rodríguez Signes, Eduardo Lauritto- apunta a asegurar que “el que gana conduce” con la menor diáspora posible.
La idea es que el candidato a gobernador, surgido de las PASO, defina quién es su compañero de fórmula. Podría ser el vice que llevó a la interna. O no. Y en ese caso contaría con el recurso de negociar con la minoría el nombre del aspirante a presidir el Senado.
La única condición para poder ser bendecido por el ganador es haber participado de la interna. O sea, ir por adentro. “El que gana conduce, y el que pierde busca ser elegido”, pasaría a ser la regla.
El proyecto, en este marco, es paradójico: le da al pueblo el derecho de elegir los candidatos de los partidos. La novedad, en rigor, es que el ciudadano está obligado a ejercer ese derecho. Sin embargo, debe ceder la definición última respecto de cómo será la fórmula.
Contener y llevar hasta el final del proceso electoral a la tropa más gruesa posible es la premisa que inspira todos los borradores de reforma política que se ensayan en no más de cinco o seis despachos del oficialismo.
Uno de los anteproyectos que se elaboran en ese pequeño laboratorio –del que no son parte más que un puñado de asesores como Rosario Romero, Julio Rodríguez Signes, Eduardo Lauritto- apunta a asegurar que “el que gana conduce” con la menor diáspora posible.
La idea es que el candidato a gobernador, surgido de las PASO, defina quién es su compañero de fórmula. Podría ser el vice que llevó a la interna. O no. Y en ese caso contaría con el recurso de negociar con la minoría el nombre del aspirante a presidir el Senado.
La única condición para poder ser bendecido por el ganador es haber participado de la interna. O sea, ir por adentro. “El que gana conduce, y el que pierde busca ser elegido”, pasaría a ser la regla.
El proyecto, en este marco, es paradójico: le da al pueblo el derecho de elegir los candidatos de los partidos. La novedad, en rigor, es que el ciudadano está obligado a ejercer ese derecho. Sin embargo, debe ceder la definición última respecto de cómo será la fórmula.
Fuente: Página Política
