Por Adán Bahl
Educación: "Jóvenes con más oportunidades para un futuro mejor"
Nuestro proyecto político y nuestro ideal de desarrollo tienen como elemento central la educación; sólo a través de ella -y en todos sus niveles- es que podemos progresar. Es de la educación también de donde vienen las soluciones de fondo a los problemas que enfrenta nuestro país. El rol del Estado en la promoción de iniciativas para los jóvenes es crucial y el acceso al conocimiento es la mejor herramienta con la que contamos para la igualdad.
28.09.2015 | 09:35
Un país desendeudado, reindustrializado e inclusivo como el que nos deja esta última década, nos muestra que están dadas las condiciones para seguir avanzando en este proceso.
Sin educación no hay igualdad. Es la educación la que permite a los niños y jóvenes torcer sus destinos: para algunos significa salir de la pobreza, para otros superarse, mejorar el bienestar de su familia, nutrirse, acceder a un buen trabajo. La educación es un derecho de todos, que debe ser defendido por todo gobierno, es un objetivo estratégico para la sociedad en su conjunto. Sin embargo, hubo un momento en la Argentina en que el ministro de economía Cavallo, por citar un ejemplo, mandaba a los científicos a lavar los platos. Hoy, en cambio, tenemos el mayor presupuesto educativo en relación al PBI de América Latina y satélites industria nacional en el espacio. Eso se ha logrado porque hay una política desde el Estado que promociona y financia la educación pública y gratuita, la ciencia y la tecnología desde los niveles iniciales hasta la formación superior y especializada.
Perón, allá por el ’49, suprimió los aranceles educativos convirtiendo las universidad gratuita en un derecho social, llenando de obreros un espacio que antes era reservado a la oligarquía y los ricos. Esto fue posible gracias a las mejoras económicas, políticas y sociales, que permitieron encarar reformas culturales en el país, dar acceso popular a la universidad. Nosotros hoy contamos con educación pública y gratuita en todos los niveles, pero tenemos que seguir peleando para esta educación sea de calidad. En Entre Ríos, hoy mas del 70% de las familias elige la educación pública y es por eso que defenderla es defender nuestro presente y nuestro futuro.
Nuestro gobierno ha tenido incontables políticas para poner a la educación, la ciencia y la tecnología en el centro de la escena, que van desde la infraestructura edilicia hasta la incorporación de tecnología de punta. Es imposible no mencionar entre las políticas más importantes del último tiempo la implementación de la Asignación Universal por Hijo, que significó la mejora del presentismo y el rendimiento escolar en la escuela primaria y un aumento del 20% en la matrícula secundaria, solo en nuestra provincia. El mayor ingreso se tradujo en mejores alimentos, útiles, mayor concentración en las tareas de los chicos. Para llevar adelante esa política hubo que aumentar la cantidad de escuelas, pero también se pusieron en marcha todo un conjunto de acciones para cubrir la mayor demanda de bancos, ampliar y acondicionar las escuelas, brindar más horas cátedra, etc. Es decir, son políticas que trascienden el aula, brindan oportunidades a toda la sociedad, generan trabajo, mejoran la calidad de vida.
Los planes Progresar, el plan Fines, las mejoras en infraestructura, la creación de miles de escuelas a lo largo del país, la formación docente continua, la repatriación de científicos, son tantos otros instrumentos que ha utilizado el Estado, un Estado presente, para apuntalar a este proceso. Son también miles las familias que hoy por primera vez pueden ver a sus hijos terminando sus estudios, jóvenes que se convierten en profesionales capaces de transformar su entorno y el de toda una comunidad. Esto repercute sobre las decisiones de seguir estudiando, formándose, creciendo, poniendo de manifiesto que no se trata solamente de programas de gobierno, sino de un proyecto de vida.
Somos conscientes de que vivimos en un mundo que está cambiando a gran velocidad, las herramientas tecnológicas nos demandan nuevas competencias laborales. Es allí donde el Estado también dice presente con planes como “Conectar igualdad” que reduce la brecha digital. La inclusión digital y tecnológica, el acceso y la apropiación social del conocimiento, son para nosotros objetivos claros en el sistema educativo provincial. Nos permite estar conectados al presente y preparados para el futuro.
El plan de desarrollo que propone Daniel Scioli significa más industria pero también más trabajadores calificados y es por eso que se crean escuelas de oficios que acercan a los jóvenes a su primer empleo, le dan instrumentos para forjar su propio destino. Tenemos que articular la educación con el perfil productivo de cada lugar, para darle la posibilidad a los jóvenes de aportar a su entorno, y también, de no tener que alejarse de su hogar para poder educarse. Necesitamos ampliar esa oferta educativa.
La educación no es un tema de coyuntura, para nosotros está al nivel de los temas estratégicos porque sin educación no hay seguridad, no hay identidad, no hay igualdad, no hay democracia. Hay muchas tareas por delante, pero sin dudas la educación es una prioridad para nosotros. Una Argentina que se transforme y crezca no tiene ningún destino como Nación si no lo hace sobre este pilar. No volvamos a esas épocas no tan lejanas de ajuste, de desfinanciamiento educativo, de vaciamiento a nuestras universidades, de fuga de cerebros y de exclusión. La materia gris, como dice Daniel Scioli, es tan importante como la materia prima para nuestra estructura productiva. Cuando discutimos el tema de la educación estamos discutiendo el modelo de país que queremos. Y nosotros queremos seguir siendo un país inclusivo, que brinda oportunidades para todos.
* El autor es ministro de Gobierno y Justicia y candidato a Vicegobernador por el FPV.
Sin educación no hay igualdad. Es la educación la que permite a los niños y jóvenes torcer sus destinos: para algunos significa salir de la pobreza, para otros superarse, mejorar el bienestar de su familia, nutrirse, acceder a un buen trabajo. La educación es un derecho de todos, que debe ser defendido por todo gobierno, es un objetivo estratégico para la sociedad en su conjunto. Sin embargo, hubo un momento en la Argentina en que el ministro de economía Cavallo, por citar un ejemplo, mandaba a los científicos a lavar los platos. Hoy, en cambio, tenemos el mayor presupuesto educativo en relación al PBI de América Latina y satélites industria nacional en el espacio. Eso se ha logrado porque hay una política desde el Estado que promociona y financia la educación pública y gratuita, la ciencia y la tecnología desde los niveles iniciales hasta la formación superior y especializada.
Perón, allá por el ’49, suprimió los aranceles educativos convirtiendo las universidad gratuita en un derecho social, llenando de obreros un espacio que antes era reservado a la oligarquía y los ricos. Esto fue posible gracias a las mejoras económicas, políticas y sociales, que permitieron encarar reformas culturales en el país, dar acceso popular a la universidad. Nosotros hoy contamos con educación pública y gratuita en todos los niveles, pero tenemos que seguir peleando para esta educación sea de calidad. En Entre Ríos, hoy mas del 70% de las familias elige la educación pública y es por eso que defenderla es defender nuestro presente y nuestro futuro.
Nuestro gobierno ha tenido incontables políticas para poner a la educación, la ciencia y la tecnología en el centro de la escena, que van desde la infraestructura edilicia hasta la incorporación de tecnología de punta. Es imposible no mencionar entre las políticas más importantes del último tiempo la implementación de la Asignación Universal por Hijo, que significó la mejora del presentismo y el rendimiento escolar en la escuela primaria y un aumento del 20% en la matrícula secundaria, solo en nuestra provincia. El mayor ingreso se tradujo en mejores alimentos, útiles, mayor concentración en las tareas de los chicos. Para llevar adelante esa política hubo que aumentar la cantidad de escuelas, pero también se pusieron en marcha todo un conjunto de acciones para cubrir la mayor demanda de bancos, ampliar y acondicionar las escuelas, brindar más horas cátedra, etc. Es decir, son políticas que trascienden el aula, brindan oportunidades a toda la sociedad, generan trabajo, mejoran la calidad de vida.
Los planes Progresar, el plan Fines, las mejoras en infraestructura, la creación de miles de escuelas a lo largo del país, la formación docente continua, la repatriación de científicos, son tantos otros instrumentos que ha utilizado el Estado, un Estado presente, para apuntalar a este proceso. Son también miles las familias que hoy por primera vez pueden ver a sus hijos terminando sus estudios, jóvenes que se convierten en profesionales capaces de transformar su entorno y el de toda una comunidad. Esto repercute sobre las decisiones de seguir estudiando, formándose, creciendo, poniendo de manifiesto que no se trata solamente de programas de gobierno, sino de un proyecto de vida.
Somos conscientes de que vivimos en un mundo que está cambiando a gran velocidad, las herramientas tecnológicas nos demandan nuevas competencias laborales. Es allí donde el Estado también dice presente con planes como “Conectar igualdad” que reduce la brecha digital. La inclusión digital y tecnológica, el acceso y la apropiación social del conocimiento, son para nosotros objetivos claros en el sistema educativo provincial. Nos permite estar conectados al presente y preparados para el futuro.
El plan de desarrollo que propone Daniel Scioli significa más industria pero también más trabajadores calificados y es por eso que se crean escuelas de oficios que acercan a los jóvenes a su primer empleo, le dan instrumentos para forjar su propio destino. Tenemos que articular la educación con el perfil productivo de cada lugar, para darle la posibilidad a los jóvenes de aportar a su entorno, y también, de no tener que alejarse de su hogar para poder educarse. Necesitamos ampliar esa oferta educativa.
La educación no es un tema de coyuntura, para nosotros está al nivel de los temas estratégicos porque sin educación no hay seguridad, no hay identidad, no hay igualdad, no hay democracia. Hay muchas tareas por delante, pero sin dudas la educación es una prioridad para nosotros. Una Argentina que se transforme y crezca no tiene ningún destino como Nación si no lo hace sobre este pilar. No volvamos a esas épocas no tan lejanas de ajuste, de desfinanciamiento educativo, de vaciamiento a nuestras universidades, de fuga de cerebros y de exclusión. La materia gris, como dice Daniel Scioli, es tan importante como la materia prima para nuestra estructura productiva. Cuando discutimos el tema de la educación estamos discutiendo el modelo de país que queremos. Y nosotros queremos seguir siendo un país inclusivo, que brinda oportunidades para todos.
* El autor es ministro de Gobierno y Justicia y candidato a Vicegobernador por el FPV.
