Opinión
Deshojando el mensaje anti k por excelencia del Día del Periodista
Por Valodia Nichajew (*) El día del periodista, 7 de junio, recibí por parte de un colega-amigo el saludo correspondiente a la fecha, pero con el agregado de que fue el mensaje más anti K de los que tenga memoria mediata. Decía, textualmente: “A pesar de las censuras consentidas por el gobierno nacional. Aunque a una corporación mediática privada le responda una corporación estatal que todos pagamos. Aunque no se garantice el derecho a la información… Feliz día colegas”. Obviamente, que mi colega-amigo tiene el derecho a pensar y tener su posición política/ideológica que guste. Sin embargo, voy a aprovechar su mensaje para deshojarlo y analizar si realmente en el país suceden las cosas que él, y seguramente otros/as, dicen que pasan.
09.06.2011 | 00:38
Pétalo uno: “A pesar de las censuras consentidas por el gobierno nacional”
Como partida sería bueno para la discusión que ante cada denuncia de censura le siga a continuación los casos de los cuales se hablan.
En la televisión nacional, a cualquier horario, están los canales, periodistas y comunicadores que públicamente tienen una línea editorial opositora-contraria al gobierno.
En radio o medios digitales (Internet) ocurre lo mismo, incluso en algunos casos pasan toda línea de buen gusto o ética. No sólo los comunicadores tienen la libertad de decir lo que piensan e informar lo que creen que deben contar; las empresas comunicacionales también usan esa libertad.
Ni hablar de la gráfica, en donde algunos diarios directamente hacen el diario de Irigoyen, pero al revés: en lugar de mentirle al presidente, le mienten al público.
(Todavía estoy esperando que cierren los canales por la aprobación de la Ley de Medios como informaban que iba a ocurrir).
¿Censura? Si tal circunstancia existe el censurador debe ser pésimo. ¿Cómo se le escapó al censor la burrada de Mirtha Legrand diciendo que el cuerpo de Néstor Kirchner no estaba en el féretro? o cuando Elisa Carrió dice lo que dice según el día: una vez está feliz por la muerte de Kirchner, al siguiente que este es el gobierno más corrupto de la historia, y al siguiente otra denuncia o insulto.
Joaquín Morales Solá, por mencionar un periodista reconocido, dice que en el país hay censura. Al otro día el 90 por ciento de los diarios, el 95 por ciento de los canales de televisión y el 100 por ciento de las radios reproducen la noticia: En Argentina hay censura. Hay una contradicción allí. Si hay censura nadie reproduce lo que el denunciador dijo, por eso mismo, por la censura que existe.
Está claro que todos y todas dicen lo que desean con el único límite que le impone su ética o conciencia.
Pétalo dos: “Aunque a una corporación mediática privada le responda una corporación estatal que todos pagamos”
En primer lugar es saludable que mi colega-amigo reconozca y tenga conciencia que hay, por lo menos, una corporación mediática. Es un avance para la discusión.
En cuanto a la “corporación estatal que pagamos todos”, sucede lo mismo que en la denuncia anterior, falta incorporar puntualmente a lo que se refiere.
Uno puede suponer en base a lo que lee, escucha o mira que se refiere a 6, 7, 8, el programa de televisión que emite Canal 7, un excelente ciclo televisivo que deberían seguir –de forma crítica- los comunicadores y los estudiantes en camino a serlo.
Este punto se derrumba por si solo ya que si 6,7,8 es una corporación que queda para Clarín, para CIE-Rock & Pop, Perfil o La Nación. Volviendo a los medios que administra el Gobierno está radio Nacional, la agencia de noticias TELAM y el canal cultural Encuentro. También, como Estado –ya que el Estado somos todos- tenemos a Paka-Paka, un canal infantil que dicho sea de paso en Concepción del Uruguay no lo podemos ver porque Clarín, empresa propietaria del cable local, aunque está obligada por Ley, decide no subirlo a la grilla. Hablando de corporaciones y de censura.
Pétalo tres: “Aunque no se garantice el derecho a la información”
Nuevamente falta el caso o al tema al que se refiere. Como ciudadano uno tiene a disposición todas las herramientas para informarse. Mi colega-amigo es periodista y sabe que para estar informado tiene que nutrirse de varias fuentes y medios, ya que cada uno tiene su línea editorial que privilegiará unos temas o noticias sobre otros. Así por ejemplo si quiere enterarse sobre el caso de Papel Prensa –que la Justicia investiga si fue apropiado ilegalmente en base a un delito de Lesa Humanidad por La Nación y Clarín- obviamente no puede pretender que estos medios le cuenten realmente lo que sucede en ese tema.
Lo mismo ocurrirá con el caso de Felipe y Marcela Noble Herrera, los que la justicia deberá determinar si son hijos de personas asesinadas durante la última dictadura cívico militar y apropiados por la señora dueña de Clarín. Este diario, claro está, como sus canales y cientos de radios no estarán muy interesados en profundizar sobre este asunto.
Sucede, si se quiere, también a la inversa. Tal vez un caso de corrupción que involucre a un funcionario del gobierno no sea tratado de la misma manera por parte de Canal 7 a como lo haría Ámbito Financiero, por ejemplo. Ni hablar de Internet. Ahí hay todo: Buenos medios, buena información, también mucha basura dando vuelta e inclusive páginas de Internet de personas que no trabajan en medios. Hay sobre-información.
Pétalo 4: “Feliz día colegas”
Feliz día para vos también amigo.
(*) Director periodístico de Babel
Como partida sería bueno para la discusión que ante cada denuncia de censura le siga a continuación los casos de los cuales se hablan.
En la televisión nacional, a cualquier horario, están los canales, periodistas y comunicadores que públicamente tienen una línea editorial opositora-contraria al gobierno.
En radio o medios digitales (Internet) ocurre lo mismo, incluso en algunos casos pasan toda línea de buen gusto o ética. No sólo los comunicadores tienen la libertad de decir lo que piensan e informar lo que creen que deben contar; las empresas comunicacionales también usan esa libertad.
Ni hablar de la gráfica, en donde algunos diarios directamente hacen el diario de Irigoyen, pero al revés: en lugar de mentirle al presidente, le mienten al público.
(Todavía estoy esperando que cierren los canales por la aprobación de la Ley de Medios como informaban que iba a ocurrir).
¿Censura? Si tal circunstancia existe el censurador debe ser pésimo. ¿Cómo se le escapó al censor la burrada de Mirtha Legrand diciendo que el cuerpo de Néstor Kirchner no estaba en el féretro? o cuando Elisa Carrió dice lo que dice según el día: una vez está feliz por la muerte de Kirchner, al siguiente que este es el gobierno más corrupto de la historia, y al siguiente otra denuncia o insulto.
Joaquín Morales Solá, por mencionar un periodista reconocido, dice que en el país hay censura. Al otro día el 90 por ciento de los diarios, el 95 por ciento de los canales de televisión y el 100 por ciento de las radios reproducen la noticia: En Argentina hay censura. Hay una contradicción allí. Si hay censura nadie reproduce lo que el denunciador dijo, por eso mismo, por la censura que existe.
Está claro que todos y todas dicen lo que desean con el único límite que le impone su ética o conciencia.
Pétalo dos: “Aunque a una corporación mediática privada le responda una corporación estatal que todos pagamos”
En primer lugar es saludable que mi colega-amigo reconozca y tenga conciencia que hay, por lo menos, una corporación mediática. Es un avance para la discusión.
En cuanto a la “corporación estatal que pagamos todos”, sucede lo mismo que en la denuncia anterior, falta incorporar puntualmente a lo que se refiere.
Uno puede suponer en base a lo que lee, escucha o mira que se refiere a 6, 7, 8, el programa de televisión que emite Canal 7, un excelente ciclo televisivo que deberían seguir –de forma crítica- los comunicadores y los estudiantes en camino a serlo.
Este punto se derrumba por si solo ya que si 6,7,8 es una corporación que queda para Clarín, para CIE-Rock & Pop, Perfil o La Nación. Volviendo a los medios que administra el Gobierno está radio Nacional, la agencia de noticias TELAM y el canal cultural Encuentro. También, como Estado –ya que el Estado somos todos- tenemos a Paka-Paka, un canal infantil que dicho sea de paso en Concepción del Uruguay no lo podemos ver porque Clarín, empresa propietaria del cable local, aunque está obligada por Ley, decide no subirlo a la grilla. Hablando de corporaciones y de censura.
Pétalo tres: “Aunque no se garantice el derecho a la información”
Nuevamente falta el caso o al tema al que se refiere. Como ciudadano uno tiene a disposición todas las herramientas para informarse. Mi colega-amigo es periodista y sabe que para estar informado tiene que nutrirse de varias fuentes y medios, ya que cada uno tiene su línea editorial que privilegiará unos temas o noticias sobre otros. Así por ejemplo si quiere enterarse sobre el caso de Papel Prensa –que la Justicia investiga si fue apropiado ilegalmente en base a un delito de Lesa Humanidad por La Nación y Clarín- obviamente no puede pretender que estos medios le cuenten realmente lo que sucede en ese tema.
Lo mismo ocurrirá con el caso de Felipe y Marcela Noble Herrera, los que la justicia deberá determinar si son hijos de personas asesinadas durante la última dictadura cívico militar y apropiados por la señora dueña de Clarín. Este diario, claro está, como sus canales y cientos de radios no estarán muy interesados en profundizar sobre este asunto.
Sucede, si se quiere, también a la inversa. Tal vez un caso de corrupción que involucre a un funcionario del gobierno no sea tratado de la misma manera por parte de Canal 7 a como lo haría Ámbito Financiero, por ejemplo. Ni hablar de Internet. Ahí hay todo: Buenos medios, buena información, también mucha basura dando vuelta e inclusive páginas de Internet de personas que no trabajan en medios. Hay sobre-información.
Pétalo 4: “Feliz día colegas”
Feliz día para vos también amigo.
(*) Director periodístico de Babel
