"¡Desalojemos a los inquilinos y recuperemos nuestra casa!"

Desde adentro del partido y desde afuera tuvimos una oposición salvaje. Un peronismo que se había llevado puesto a cinco presidentes en una semana para salvar las culpas de una década de gobiernos Menemistas y Bustistas, que venían nada menos de haber rifado los bienes del estado y destruido la industria nacional. Donde están aquellos radicales que se fueron a la casa mas pobre que lo que habían llegado a la función publica, no digo que no hubo algunos para lo cual me alcanza los dedo de una mano si en acciones de gobierno poco claras fueron mencionados. La inmensa mayoría cumplió con la tarea encomendada en la gestión publica, para el bienestar de todos los entrerrianos.

Correligionarios, amigos como es posible que hallamos retrocedido tanto, para terminar en las manos de grupos minúsculos que llevaron al partido a convertirse en una agencia de empleos para familiares y algunos amigos.

En los últimos tiempos venimos imponiendo récord tras récord al radicalismo entrerriano, gracias a la decidía de unos pocos. Perdimos el 2011 por el capricho de un inepto político pero empresario brillante que fuera tentado por un crédito de 10 millones a baja tasa de interés, otorgado por el gobierno que el decía querer cambiar.

No tuvimos candidato a intendente en la tercera ciudad de la provincia y perdimos en todos los departamentos, entregando el senado provincial y por primera vez en la historia de provincia al partido gobernante, continuamos en el 2013 perdiendo el senador nacional con un revoltoso que solo tenia la habilidad de cortas rutas y de gritarte "Minga" y fabricando de esta forma el peor candidato posible para las generales de 2015, elecciones que llegamos entregados por nuestros dirigentes en un acuerdo político, (firmado por otra parte por el presidente y secretario del partido) donde nos sometíamos al arbitrio de un partido sin estructuras partidarias, que estaba intervenido desde Buenos Aires, lo que termino de la peor manera posible. Sin ningún candidato a gobernador, por primera vez en la historia, pero con los firmantes del acuerdo espurio como diputados provinciales en primer y tercer lugar de la lista de legisladores.

Al tiempo ambos candidatos figuran en la nomina de funcionarios nacionales del gobierno que representa los intereses del conservadurismo nacional y que fuera el motivo de fundación de nuestro centenario partido. Para terminar no me vengan con el cuento que gracias al acuerdo ganamos municipios y legisladores.

Falso absolutamente falso, nuestros intendentes se perfilaban como ganadores indiscutidos desde antes de la entrega, por que sus candidaturas estaban instaladas en la sociedad que pedía un cambio a gritos.

Cualquiera que hubiera sido candidato desde el radicalismo, seria actualmente el gobernador. Pero optamos por quien lee y escribe con dificultad para seguir manteniendo los conchabos personales.

Es hora que terminemos la etapa mas nefasta en la historia partidaria y no dejemos que aquellos dirigentes que hoy se ven como vice del ministro del interior del gobierno nacional, rematen nuestra historia por los cargos de la minoría.

En Octubre tenemos una oportunidad y si todos ayudamos sin pretender nada seguramente recuperaremos el partido, para que un radical sea el próximo gobernador de la Entre Ríos que Urquiza soñó.


* El autor es dirigente de la UCR, Comité Paraná Campaña.