POR DAMIÁN CASTRO
"Carta abierta a militantes y simpatizantes de la JP Evita de Concepción del Uruguay"
"Instrúyanse, porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia; Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo; Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza". Antonio Gramsci
25.05.2016 | 22:12
Hace cuatro años, un 25 de mayo en la Plaza San Martín, comenzamos a trabajar para construir una herramienta que nos permitiera darle a nuestra ciudad, un espacio político diferente. No fue casualidad la fecha electa, ni el lugar: nos sentíamos argentinos y patriotas, siendo aún jóvenes que asistíamos a la Escuela Secundaria.
¿Un espacio político diferente? Muchos fueron los cuestionamientos, la falta de experiencia nos jugó en contra reiteradas veces, pero las convicciones y la inmensa voluntad de transformar lo que veíamos injusto fueron los motores que nos impulsaron a caminar junto a nuestrxs vecinxs.
Intentamos reunir las mejores tradiciones históricas en una escuela de formación política permanente. Siempre procuramos ser amplios, dentro de los marcos que establecen las políticas de inclusión y justicia social. Porque sin conocimiento, no existe transformación alguna.
Recorrimos estrechos caminos que nos obligaron a tomar decisiones, que desgastaron nuestras ganas e intentaron hacernos caer en el juego de la vieja política. Pero fue más fuerte la esperanza de esa sociedad en donde el hombre no sea el lobo del hombre, sino su hermano.
Nos nutrimos de la experiencia de nuestrxs vecinxs, que más de una vez sostuvieron este espacio que hoy les pertenece. Dejamos cada gota de sudor por lo que creíamos justo, construyendo transparencia para financiarnos y obteniendo el reconocimiento de la gente para tener la certeza de que íbamos por el camino correcto.
No paso tanto tiempo, sólo fueron cuatro años. Pero nos dimos cuenta que era posible soñar con los ojos abiertos, porque se pueden hacer las cosas de otra manera. Si en algo no nos equivocamos fue en afirmar que la política es servicio, y no negocio. Que el mejor lugar para los jóvenes es la política, como diría una gran mujer de nuestra patria; porque en definitiva, si la política siempre recae en las mismas manos, nunca vamos a obtener resultados diferentes.
Compañerxs, la sociedad demanda nuevas representatividades y nuevas formas de hacer política. Tenemos la responsabilidad de construir una democracia sana, en la que los representantes hagan lo que prometen en sus campañas y no lo contrario cuando asumen sus funciones. Esta Ciudad que nos vio nacer necesita que seamos protagonistas de esa renovación, necesita que los jóvenes confiemos en la política.
Por eso convocamos a todxs lxs vecinxs. No importa a quien hayan votado, no importa de dónde provengan. No es esa la pregunta que debemos hacernos como hermanos. Debemos preguntarnos si llegamos a fin de mes, si podemos pagar el boleto del colectivo o si tenemos que elegir entre estudiar o trabajar. Tenemos que preguntarnos qué sociedad queremos, ¿una sociedad indiferente o una sociedad que no permita más femicidios, discriminación y violencia? ¿Una sociedad solidaria e inclusiva o una sociedad individualista? ¿Una sociedad en la que todxs puedan ser dignos trabajando o una en la que haya desempleo, miseria y desidia?
Trabajemos fuertemente para construir esa sociedad que soñamos, aun con todas las adversidades que se nos presenten todos los días, porque del esfuerzo colectivo depende que podamos cumplir nuestros objetivos.
* El autor es el referente de la agrupación Movimiento Evita en Concepción del Uruguay.
¿Un espacio político diferente? Muchos fueron los cuestionamientos, la falta de experiencia nos jugó en contra reiteradas veces, pero las convicciones y la inmensa voluntad de transformar lo que veíamos injusto fueron los motores que nos impulsaron a caminar junto a nuestrxs vecinxs.
Intentamos reunir las mejores tradiciones históricas en una escuela de formación política permanente. Siempre procuramos ser amplios, dentro de los marcos que establecen las políticas de inclusión y justicia social. Porque sin conocimiento, no existe transformación alguna.
Recorrimos estrechos caminos que nos obligaron a tomar decisiones, que desgastaron nuestras ganas e intentaron hacernos caer en el juego de la vieja política. Pero fue más fuerte la esperanza de esa sociedad en donde el hombre no sea el lobo del hombre, sino su hermano.
Nos nutrimos de la experiencia de nuestrxs vecinxs, que más de una vez sostuvieron este espacio que hoy les pertenece. Dejamos cada gota de sudor por lo que creíamos justo, construyendo transparencia para financiarnos y obteniendo el reconocimiento de la gente para tener la certeza de que íbamos por el camino correcto.
No paso tanto tiempo, sólo fueron cuatro años. Pero nos dimos cuenta que era posible soñar con los ojos abiertos, porque se pueden hacer las cosas de otra manera. Si en algo no nos equivocamos fue en afirmar que la política es servicio, y no negocio. Que el mejor lugar para los jóvenes es la política, como diría una gran mujer de nuestra patria; porque en definitiva, si la política siempre recae en las mismas manos, nunca vamos a obtener resultados diferentes.
Compañerxs, la sociedad demanda nuevas representatividades y nuevas formas de hacer política. Tenemos la responsabilidad de construir una democracia sana, en la que los representantes hagan lo que prometen en sus campañas y no lo contrario cuando asumen sus funciones. Esta Ciudad que nos vio nacer necesita que seamos protagonistas de esa renovación, necesita que los jóvenes confiemos en la política.
Por eso convocamos a todxs lxs vecinxs. No importa a quien hayan votado, no importa de dónde provengan. No es esa la pregunta que debemos hacernos como hermanos. Debemos preguntarnos si llegamos a fin de mes, si podemos pagar el boleto del colectivo o si tenemos que elegir entre estudiar o trabajar. Tenemos que preguntarnos qué sociedad queremos, ¿una sociedad indiferente o una sociedad que no permita más femicidios, discriminación y violencia? ¿Una sociedad solidaria e inclusiva o una sociedad individualista? ¿Una sociedad en la que todxs puedan ser dignos trabajando o una en la que haya desempleo, miseria y desidia?
Trabajemos fuertemente para construir esa sociedad que soñamos, aun con todas las adversidades que se nos presenten todos los días, porque del esfuerzo colectivo depende que podamos cumplir nuestros objetivos.
* El autor es el referente de la agrupación Movimiento Evita en Concepción del Uruguay.